La existencia de esta especie de ave en nuestro país se descubrió en el 2015 y este año se confirmó su presencia en el Parque Nacional Baritú. El ave fue incluida en el Plan de Gestión del área protegida.

En tiempos donde la noticia corriente suele ser la desaparición de alguna especie o la muerte de algún ejemplar de una población amenazada, el descubrimiento de un nuevo habitantes de los ambienten naturales de nuestro país es motivo de celebración. Por ello la confirmación de la presencia del Bailarín de las Yungas (Chiroxiphia boliviana) en uno de nuestros Parques Nacionales se merece un especial reconocimiento. Descripta por primera vez en 1889, esta ave habita en bosques tropicales y subtropicales húmedos de baja altitud y montañas. Hasta hace poco considerado endémico de Bolivia y Perú, en el año 2015 se confirmó su presencia en Argentina gracias al trabajo de los investigadores de la Fundación CEBio y del CONICET, Luis Rivera y Natalia Politi, con lo que se extendió el rango de distribución de esta especie aproximadamente 350 km hacia el sur hasta Argentina.

El nuestro es un país que cuenta con gran cantidad de Parques Nacionales y reservas naturales que albergan innumerables especies, muchas de ellas en riesgo o peligro de extinción, por lo que la labor de protección que se lleva adelante en estos lugares resulta de suma importancia para la conservación de la biodiversidad de la región. El Parque Nacional Baritú, ubicado en el noroeste de la provincia de Salta, protege 72.439 hectáreas y cumple una importante función para la conservación de la selva de montaña o yungas, la cual constituye una de las ecoregiones de mayor diversidad de la Argentina. Este año, gracias a las observaciones y registros de los agentes del Parque Nacional, la presencia del Bailarín de las Yungas pudo ser confirmada, con lo que la especie pasa a formar parte de la lista de habitantes oficiales del parque e ingresa al Plan de Gestión del área protegida para su conservación.

Los registros obtenidos durante diferentes salidas de campo incluyen fotografías y grabaciones de audio de diferentes observaciones directas de ejemplares machos y hembra. Los agentes pudieron presenciar eventos de alimentación y cortejo y si bien aún no se detectaron nidos, la presencia de la especie en épocas reproductivas sugiere que la especie se encuentra instalada en la región.

 

Abel Sberna

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