El trabajo de un grupo de ONGs de Latinoamérica evidencia en un mapa interactivo el impacto que tiene la minería ilegal en la selva y los ríos de Sud América. Se han detectado 2.312 puntos y 245 áreas de extracción ilegal de minerales, principalmente de oro, diamantes y coltán
La Amazonía es una de las regiones más expuesta a la sobre explotación y a la degradación por actividades legales e ilegales. Su importancia ambiental, social y económica convierte a la situación en una de las más preocupantes de América Latina. Una de las actividades que actualmente causan un gran impacto en la región es la minería ilegal, la cual impacta gravemente en el ambiente natural y en la vida de cientos de comunidades que la habitan.
Gracias al trabajo de la Red de Información Socioambiental Georreferenciada Amazónica (integrada por ONGs de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) se han detectado al menos 2312 puntos y 245 áreas ilegales de extracción de minerales, los cuales se ven reflejados en un mapa online de libre acceso (ver).
En un reportaje publicado en portal SciDev.net, Júlia Jacomini, geógrafa e investigadora del Instituto Socioambiental de la RAISG, explica que “las áreas se delimitaron tras analizar las imágenes satelitales, pero para los puntos no fue posible dibujar claramente los límites. La tendencia es que, con el tiempo, mejorando la precisión del mapeo, podemos convertir algunos puntos en áreas“, añade. El objetivo de este trabajo es ofrecer una visión general de la minería ilegal en el territorio amazónico, que abarca siete millones de kilómetros cuadrados. Según sus autores el material puede servir como una herramienta de inteligencia para las operaciones de control de delitos ambientales.
La explotación ilegal de los recursos naturales de la Amazonía ha existido siempre, pero en los últimos tiempos has tenido un crecimiento importante. “La incidencia de la minería ilegal en la Amazonía, especialmente en los territorios indígenas y áreas naturales protegidas, ha crecido exponencialmente en los últimos años, con el alza del precio del oro. No obstante, esta es una de las presiones menos investigadas, por lo que RAISG decidió incluirla como uno de los temas que requiere seguimiento permanente, sobre todo por sus impactos socioambientales“, afirma el secretario ejecutivo de RAISG, Beto Ricardo.
La minería ilegal afecta áreas protegidas y territorios indígenas, causando graves problemas socioambientales. Este tipo de actividad, sin ningún tipo de regulación y control, tiene un gran impacto en los ecosistemas donde se desarrolla. La utilización de balsas y dragas tiene graves consecuencias para el lecho de los ríos, mientras que la utilización de elementos como el mercurio de forma indebida contamina los cursos de agua causando mortandad de peces y poniendo en riesgo la vida de los humanos que habitan la región. Por otro lado, la actividad está vinculada con otras igualmente ilícitas, como el tráfico de drogas y la prostitución infantil.
La minería ilegal también tiene un impacto directo en la deforestación, especialmente en Venezuela donde se concentran la mayoría de los puntos y áreas de explotación. Un total de 5.266 kilómetros cuadrados de vegetación fueron arrasados entre los años 2000 y 2015, pero lo más importante es que la mitad de esa superficie verde boscosa se perdió durante los últimos cinco años estudiados. Según un estudio llevado adelante por la organización Provita en base a las imágenes satelitales determinó que la minería ilegal es uno de los factores relacionados con ese crecimiento. Juan Carlos Amilibia, líder de la investigación explicó a SciDev que “en el período de 2010 hacia adelante, encontramos una afectación relacionada con la minería ilegal bastante grande. La velocidad en que la minería ilegal acaba con la capa vegetal es muy rápida, en comparación con las otras causas más tradicionales en la zona, como eran las actividades agrícolas / agropecuarias y los asentamientos urbanos”.
Atravesamos un momento histórico en el cual está en juego el futuro climático del planeta. Resultan indispensables conservar los pulmones verdes responsables de captar el carbono de la atmosfera para evitar el incremento del calentamiento global. Sin embargo los esfuerzos gubernamentales parecen ser infructuosos a medida que nos acercamos a un punto sin retorno.
Abel Sberna

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