Más de 60 voluntarios participaron de una nueva jornada de limpieza en la Reserva Costera Urbana. En pocos metros levantaron más de 700 kilos de basura, en una acción que busca generar conciencia ambiental y compromiso comunitario en Río Gallegos.
Cada tercer fin de semana de septiembre, el mundo celebra el Día de la Limpieza del Planeta. En Río Gallegos, desde 2018, un grupo de vecinos se suma a la iniciativa con una constancia que ya lleva siete años. Detrás de ese empuje está Daniela Teshka Collinao, referente de Quiero un Río Gallegos Limpio, que volvió a reunir a voluntarios de todas las edades para visibilizar el problema de los residuos y, sobre todo, para demostrar que la conciencia ambiental también se construye desde la acción.

En la última jornada participaron más de 60 chicos y varios adultos que recorrieron la zona trasera de la Reserva Costera Urbana. “No llegamos hasta donde queríamos porque empezamos a encontrar basura apenas arrancamos”, contó Daniela. El resultado fue tan gráfico como impactante: en apenas 727 metros levantaron alrededor de 720 kilos de residuos, prácticamente un kilo por cada metro.
Entre lo recolectado abundaron envases ‘tetra’, latas, cartón, botellas plásticas y chatarra. “En el ingreso a mi barrio hay un basural que la gente llena directamente desde las camionetas o los autos. Nos falta conciencia”, planteó.


De amplia trayectoria en el trabajo ambiental, Daniela insiste en “no se trata de que los chicos tengan que dar el ejemplo, sino de que los grandes lo hagamos. Si yo tiro un papel en la calle, mi hijo o mi sobrino lo va a repetir. Pero si los chicos tienen contacto con la naturaleza desde pequeños, la van a proteger de grandes”, explicó.
De hecho, Daniela coincide en que muchas veces son los más chicos los que ya tienen adquirido el hábito. La experiencia lo confirma; “Una vez fui a dar una charla al jardín sobre las colillas de cigarrillo y la contaminación del agua. A la salida, un nene le decía al papá ‘Me dijeron que no tenés que fumar más’. Ese es el impacto que generan las nuevas generaciones”.
La basura que vuelve
La militante ambiental reconoce avances parciales en las políticas públicas locales, pero advierte que no se sostienen en el tiempo. “Se compran camiones, pero no se invierte en el mantenimiento. Hay siempre la misma cantidad de personal en áreas protegidas municipales. Y el basural sigue igual que hace años. En pandemia se había saneado, pero hoy volvieron las montañas de residuos”.
Más allá de lo estatal, señala que la responsabilidad también es comunitaria. “Somos nosotros mismos los que no estamos cuidando. Hay que reducir el consumo, separar aunque sea lo que más usamos, como botellas o latas. No es necesario reciclar todo de golpe, pero sí empezar”.

El equipo de Quiero un Río Gallegos Limpio organiza actividades fijas en cuatro fechas: el Día Mundial de la Tierra (abril), el Día del Ambiente (5 de junio), el Día de la Limpieza del Planeta (septiembre) y el Día de la Educación Ambiental (diciembre).
“Esto no se puede sostener todas las semanas porque la gente se cansa, pero sí mantenerlo con fechas fijas y sumar a quienes quieran organizar charlas o encuentros”, explicó Daniela, que invita a seguir las actividades a través de las redes sociales del grupo.
