Este lunes 5 de mayo quedará en la historia de la conservación argentina. Por primera vez, tres juveniles de macá tobiano (Podiceps gallardoi), especie emblemática de la Patagonia y en peligro crítico de extinción, fueron liberados en su hábitat natural tras haber sido criados en cautiverio.

La acción tuvo lugar en el estuario del río Santa Cruz, en cercanías de Puerto Santa Cruz, con la participación del Consejo Agrario Provincial, la Municipalidad de Puerto Santa Cruz, el Programa Patagonia de Aves Argentinas, la Fundación Por el Mar, y numerosos voluntarios que acompañaron la jornada.


Los tres ejemplares nacieron en la Estación Biológica Juan Mazar Barnett, en el noroeste de Santa Cruz, como parte de una estrategia de “reaseguro”: rescatar huevos que en condiciones naturales no suelen sobrevivir y criarlos en un entorno controlado.

Un símbolo que regresa al agua

“Esto demuestra que el trabajo colectivo da frutos”, expresó Gabriela Gabarain, veterinaria, miembro del departamento de conservación de Aves Argentinas, y parte del Proyecto Macá Tobiano liderando el área de recría. “La provincia, el Estado nacional, las ONG, los investigadores, todos hicimos nuestra parte para que esto fuera posible”.

“Estamos muy emocionadas”, dijo Ana Fernández, de Fundación Por el Mar, durante la transmisión especial de LU14 Radio Provincia. “Verlos en el agua, verlos nadar por primera vez en libertad, fue conmovedor. Este trabajo no solo es científico, sino también profundamente emocional. Nos conecta con una idea de futuro, con la esperanza de que el macá vuelva a poblar los estuarios”.

Las aves fueron trasladadas más de 500 kilómetros en una operación coordinada y cuidadosa. Desde que nacieron, recibieron atención permanente por parte del equipo técnico del Programa Patagonia. La médica veterinaria Gabriela Gabarain fue una de las responsables del proceso.


“Criar un macá tobiano es como criar un bebé, pero más exigente”, contó entre risas durante la entrevista con Radio Provincia. “Hay que alimentarlos cada media hora durante semanas. No dormís, no descansás. Pero todo el esfuerzo vale cuando ves que están listos para nadar por su cuenta. Hoy fue uno de los días más felices de mi vida profesional”.

Una historia de largo aliento

El macá tobiano es una especie endémica de Santa Cruz. Solo vive en lagunas de altura de la meseta patagónica y migra al mar durante el invierno. Su población disminuyó drásticamente en las últimas décadas por la presencia de especies invasoras, el cambio climático y la alteración de su hábitat natural.

Desde hace más de diez años, el Programa Patagonia de Aves Argentinas desarrolla acciones de monitoreo, control de amenazas y educación ambiental. La cría en cautiverio y posterior liberación fue un paso inédito en esta estrategia, y representa un hito para la conservación de fauna silvestre en Argentina.


Los ejemplares fueron liberados sin transmisores, pero identificados con anillos de colores para facilitar su seguimiento. El equipo técnico continuará trabajando en el estuario durante los próximos meses para monitorear su adaptación.

“Volvieron al río. Eso es lo más importante”, resumió Ana. “Y nosotros tenemos el privilegio de haber estado ahí para verlo”.

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