Camarones, un rincón costero de la Patagonia, es un lugar donde la naturaleza y la tradición se entrelazan en la vida de sus habitantes. Aquí, en este paisaje trazado por viento, un grupo de mujeres emprendedoras está redefiniendo el significado de prosperar en un entorno tan singular. A través del programa “Emprendedores por Naturaleza”, estos proyectos han cobrado vida, reflejando el profundo amor de estas mujeres por su tierra y su comunidad.
Un futuro con ALAS
Alejandra Pereira, oriunda de El Bolsón, encontró en Camarones su hogar definitivo cuando, a los 12 años, decidió irse a vivir este remoto pueblo costero. Hoy, a sus 43 años, Alejandra es una artesana y secretaria de escuela que combina su amor por las tradiciones con una vida activa y comprometida con su comunidad.
“Siempre me ha gustado socializar, aprender de los demás y enseñar lo que sé,” comenta Alejandra. Este espíritu de compartir y aprender fue lo que la llevó, junto a otras tres mujeres, a formar ALAS, un emprendimiento de hilado y tejido que rescata la tradición ancestral del trabajo con lana. “Comenzamos a fines de diciembre de 2023, después de que ‘Emprendedores por Naturaleza’ nos capacitara en costos y en cómo llevar adelante un proyecto.”
ALAS no es solo un nombre, es un acrónimo que representa a sus integrantes: Alba, Laura, Alejandra y Sofía. Juntas, estas mujeres han encontrado en la lana tipo Camarones una forma de expresión y sustento. “La lana de Camarones es un recurso muy valioso, con certificación de origen y reconocida mundialmente por su finura y suavidad,” explica Alejandra.
El emprendimiento de Alejandra no es solo una salida laboral; es un lazo que la conecta con sus antepasados y con el campo donde creció. “Hilar y tejer me transporta a mi infancia, a las enseñanzas de mi abuela. Cada vez que tomo un uso o un telar mapuche, siento que continúo con una tradición que no debe perderse.”



A-Mar
Carola Puracchio, nacida y criada en Camarones, ha reversionado su amor por el mar en un emprendimiento único: A-Mar. Lo que comenzó como un simple taller de cocina con algas, se transformó en una experiencia gastronómica que capta la esencia de la Patagonia chubutense.
A través de A-Mar, Carola ofrece más que comida; ofrece una conexión íntima con el entorno natural de Camarones. “La idea es que la gente venga a disfrutar no solo de la comida, sino también del mar, un atardecer, una historia.”
Carola utiliza algas recolectadas directamente de la costa, junto con pescados, mariscos y verduras frescas para crear platos que son un reflejo auténtico de Camarones. La experiencia en A-Mar es única y personalizada, y genera una conexión profunda con la naturaleza y con cada plato.
Un programa transformador
El éxito de estos emprendimientos no sería posible sin el apoyo de “Emprendedores por Naturaleza”, un programa impulsado por Rewilding Argentina para fomentar el desarrollo local en comunidades cercanas a parques nacionales. Según Mariana Cassini, coordinadora de Comunidades y Comunicación del Patagonia Azul, “Es muy reconfortante ver los progresos, cómo cada emprendedor va derribando obstáculos y todo lo que logran con su gran potencial interior.”
Programas como “Emprendedores por Naturaleza” nacen del trabajo impulsado desde el Parque Patagonia Azul. El objetivo es llevar a cabo una labor integral de conservación marina, protegiendo la naturaleza a través de la creación de parques nacionales, provinciales y áreas protegidas, promoviendo al mismo tiempo el turismo y el desarrollo económico de las comunidades costeras.
El programa ofrece capacitación y busca identificar y superar con éxito los obstáculos que surgen en el camino de los emprendedores. “El trabajo que hacemos es esencial para que las personas descubran y valoren su propio potencial,” señala Cassini.
Para Alejandra y Carola, “Emprendedores por Naturaleza” ha sido una puerta abierta a nuevas oportunidades, permitiéndoles mostrar su trabajo en eventos como la Expo de Comodoro Rivadavia 2024. “Fue una experiencia totalmente positiva,” dice Alejandra, “pudimos mostrar nuestros productos y compartir con otros emprendedores, aprendiendo y creciendo juntos.”

Estos emprendimientos son una extensión del alma de Camarones, un medio para exportar su esencia. A través de sus proyectos, Alejandra y Carola no solo preservan las tradiciones y la cultura de su comunidad, sino que también ofrecen a los visitantes una experiencia que va más allá de lo tangible.
“Para mí, Camarones lo es todo,” dice Alejandra. “Es mi familia, mis recuerdos, mi vida. Todo lo que hago está conectado con este lugar.” Y es precisamente este amor y dedicación lo que hace que estos emprendimientos no solo sobrevivan, sino que prosperen, convirtiéndose en testimonios del poder de la naturaleza y la comunidad.
Fuente: Noticias Ambientales Chubut