El Instituto Oswaldo Cruz (IOC/Fiocruz) detectó, por primera vez en el mundo, la contaminación de los tiburones por cocaína y su metabolito, benzoygonia. Los datos llaman la atención sobre la de la droga que se consume en la ciudad y se desecha en el mar a través de aguas residuales sanitarias. Realizado por el Laboratorio de Evaluación y Promoción de la Salud Ambiental del COI, el estudio identificó la presencia de cocaína en 13 animales de la especie Rhizoprionodon Lalandii, conocido popularmente como tiburón de cría de la sangre de la letra, la captura de rodadura de dosis o la debilidad. Los hallazgos fueron publicados en la revista Science of The Total Environment.

El metabolito principal de la sustancia, la benzoilecgonina, resultante del metabolismo de la cocaína en el cuerpo, se encontró en 12 de estos animales. Las colecciones se llevaron a cabo en el barrio de Recreio dos Bandeirantes, en la Zona Oeste de Río de Janeiro, entre septiembre de 2021 y agosto de 2023, como parte de un esfuerzo para evaluar la salud ambiental, centrándose en el monitoreo de los cambios en el medio ambiente, ya sea que se haya producido de forma natural o humana y sus impactos en las diversas formas de vida marina.

Los expertos de Brasil se dedican, por ejemplo, a analizar la presencia de virus y bacterias en las aguas residuales para identificar y medir la posible circulación silenciosa de microorganismos causantes de enfermedades. También es común estudiar la contaminación del suelo y el agua por metales y plaguicidas, como el mercurio, el plomo y el arsénico, que interfieren directamente con la salud de las personas, los animales y el medio ambiente.

En Brasil, los estudios ya han detectado la contaminación del agua y algunos seres acuáticos por la cocaína, como los mejillones. Nuestro análisis es el primero en encontrar la sustancia en los tiburones, describe la farmacéutica Enrico Mendes Saggioro, una de las investigadoras frente al hallado sin precedentes, junto con la bióloga Rachel Ann Hauser-Davis, ambas del Laboratorio de Evaluación y Promoción de la Salud Ambiental del COI.

Según Rachel, los tiburones juegan un papel crucial en el ecosistema marino, al igual que los rayos. Debido a que son depredadores, son figuras centrales de la cadena alimentaria y se asumen como especies extintas por daños ambientales, incluyendo diferentes formas de contaminación.

Los resultados

El último informe mundial sobre drogas, publicado en 2024 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), sitúa a Brasil entre los mayores consumidores mundiales de cocaína. Según los estudios disponibles, los investigadores creen que la principal ruta de llegada de la droga al medio marino es por la eliminación de residuos de la sustancia en las aguas residuales, que se libera al mar.

A partir de este hallazgo en el territorio nacional, nuestro grupo de investigación decidió investigar si los animales que nuestro laboratorio había recolectado para estudios que involucraban otros contaminantes también estarían contaminados por cocaína. El resultado es impresionante. Encontramos la sustancia en los 13 tiburones analizados y en sólo uno de ellos no se detectó benzoilecgonina, que es el principal metabolito del fármaco, añade Enrico.

Siguiendo los protocolos de buenas prácticas de investigación y con las autorizaciones correspondientes del Sistema de Autorización e Información de Biodiversidad (Sisbio) y del Sistema Nacional de Manejo del Patrimonio Genético (SisGen), los investigadores analizaron el músculo y el hígado de 13 tiburones de la especie Rhizoprionodon lalandi recogidos en el Recreio dos Bandeirantes. Tres eran hombres y 10 mujeres.

Del uso de técnicas y reactivos específicos y equipos de última generación, las muestras fueron analizadas en la Sección de Laboratorio Avanzada de Santa Catarina (SLAV/SC), una unidad vinculada al Laboratorio Nacional Agrops Agrícola de Río Grande do Sul, que integra la Red Nacional de Laboratorios Agropsicos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA). Esta etapa fue realizada por el farmacéutico y bioquímico Rodrigo Barcellos Hoff, quien opera en SLAV/SC.

Todas las muestras musculares y hepáticas dieron positivo en la presencia de cocaína. Se detectó bezocilecgonina en 12 muestras musculares y en 2 muestras de hígado. La concentración media de cocaína en animales fue tres veces mayor que la concentración del metabolito. Una hipótesis de los investigadores para explicar estos datos es la sobreexposición de los animales a la sustancia. Otro hallazgo que intrigó a los expertos fue la mayor concentración de cocaína en los músculos que en el hígado de los animales analizado.

Como en los humanos, el hígado de tiburón es un órgano de metabolización. Todo lo que se ingiere es transformado por el hígado y luego se excreta. Para nuestra sorpresa, la cocaína se encontró en mayor concentración en el músculo, que es un tejido de acumulación, que puede indicar la abundancia de la presencia de la sustancia en el medio marino. Los tiburones estarían contaminados de varias maneras, ya sea por el hecho de que habitan la región o se alimentan de otros animales contaminados, dice Enrico.

Comparando los datos del estudio actual con otros publicados en el tema, referidos a la contaminación de otras especies, el nivel medio de cocaína identificado en tiburones fue mayor que el detectado en otros animales, según los expertos. Como próximos pasos, tenemos la intención de recoger y analizar muestras de agua y otros animales de esta y otras regiones de la costa de Río de Janeiro, dice Rachel.

Fuente: Agencia Fiocruz

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