La compleja y triste historia de Jamie Falkland Anderson tiene aspectos no esclarecidos para desenmarañar. Nació hace 43 años en Dunbar, una pequeña y remota isla al noroeste del archipiélago que constituye las Malvinas, Anderson se acercó a Clarín semanas atrás con una noticia y una denuncia que contar.

Una parte de la trama es clara y cierta, según constató este diario con la embajada argentina en Londres, y también con las autoridades de la Cancillería argentina: el 3 de julio este año obtuvo su documento nacional de identidad, el DNI, y desde entonces es otro de los isleños que en los hechos reconoce con su acto la jurisdicción argentina sobre las islas cuya soberanía se disputa con el Reino Unido.

Clarín intentó sin éxito acceder al plano judicial de su historia en la islas, en Londres y Buenos Aires pero aún no se pudo desenmarañar. Jamie está en pareja desde 2014 con Lindsey Trevaskis, nacida en el Reino Unido, fue criada en las islas desde que sus padres emigraron allí en 1987. Jamie y Linsey viven hoy juntos en Gales, desde donde denuncian que la hija de la mujer le fue sustraída injustamente por el servicio social de las islas cuando tenía 11 años -hoy tiene 15- y que desde entonces la reclaman sin que nadie los oiga.

Ambos pidieron al gobierno argentino que la niña también obtenga su DNI no por sangre de la madre ni del padre -que no es Jamie-, sino por haber nacido en las Malvinas.

“Anderson tramitó y obtuvo su DNI en el consulado en Londres porque nació en la Argentina y reside en Gales, los trámites de documentación de la hija de su pareja que habría nacido en Malvinas están siendo realizados en la Argentina porque la chica nació y reside en territorio argentino donde el consulado en Londres no tiene competencia”, señaló una fuente consular en la sede diplomática en Londres, que conduce el embajador Renato Carlos Sersale. Cuando dice que la chica es argentina, es claramente una alusión a que toda persona nacida en las Malvinas tiene por ley el derecho a obtener su documento nacional de identidad.

Al mismo tiempo, fuentes del Gobierno afirmaron a este diario que el caso de la niña lo sigue el Ministerio del Interior pero que debería salir desde la provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, a la que le fue conferida la “hipotética” jurisdicción de Malvinas si el continente las administrara verdaderamente. Hay contados casos como este en el país, ya que los isleños son fuertemente reacios a cualquier vínculo administrativo con el continente y casi el 99% votó ser británico en un referéndum que tuvo alto valor simbólico. El último isleño conocido en público que quiso y obtuvo un DNI fue James Peck. El gobierno de Cristina Kirchner lo hizo en un trámite express y lo exhibió de manera polémica ante las cámaras de tevé en un acto en coincidencia con un 14 de junio fecha del final de la guerra de 1982. Artista plástico, Peck ya no vive en Buenos Aires, donde sí viven su ex esposa argentina y uno de los hijos de ambos.

Por el contrario, el documento de Anderson se tramitó con discreción. Cuando en una de las varias comunicaciones telefónicas que Clarín mantuvo Anderson se le preguntó por qué decidió tramitar su DNI argentino y porqué estaba tan enojado con el gobierno y la sociedad de las islas manifestó que en el archipiélago un “grupo de personas manejan la opinión pública, también la que es contraria a la Argentina”. Dijo que son “siempre los mismos que gobiernan” y apuntó contra consejeros cuyos nombres aquí Clarín no publica.

“Quiero justicia, la quiero porque mis derechos humanos fueron violados, vulnerados y también la quiero para Lindsey y a su hija. Ellos no escucharon mi verdad. Me dijeron que yo debería haber tenido remordimiento por cosas que no he hecho. La quiero Para Lindset y su hija porque está condenada sin condena. Lo que le hicieron fue una caza de brujas porque ella y yo cuestionamos toda la integridad del sistema de seguridad de las Islas Falkland”, dijo.

El siguiente es el relato de los hechos que Anderson hizo a Clarín de los hechos por los que habría pedido su DNI, sobre el que dice tener documentos oficiales para sustentarlo. Contó que ha tenido muchos trabajos, fue capataz, empleado de mantenimiento, y que en las islas estuvo el área de exploración petrolera. Que en 2000 fue a vivir al Reino Unido y que se quedó a vivir allí como muchos jóvenes. Que tuvo un primer matrimonio con una mujer que ya tenía sus hijos y que por reprender a una de las hijas tuvo problemas policiales y que ello le generó una causa judicial. Que al momento de tener que comparecer en Gran Bretaña ya estaba en las Malvinas, adonde se reencontró con su ex compañera de colegio, Linsey. Fue en 2014. Desde entonces están juntos. La causa le generó a Anderson problemas en la islas, pero adonde según él comenzó su “pesadilla” y la de su actual pareja, mamá de la nena Skye, a la que le quieren otorgar el DNI argentino.

“Las Falklands son un lugar en el que se perdieron las tradiciones. Hoy hay empleados contratados que están en las islas por dos años, y se quedan sin nuestro historial. Ellos usaron el servicio social de las islas de las islas para sacarle su hija a mi mujer (contó que la nena estaría en un hogar para Jóvenes). En las Falklands me acusaron de atacar a un oficial de policía, de estrangular a mi mujer, de que tuve un violento historial de violencia doméstica. Todas mentiras. Y puedo probarlo con documentación oficial”, aseguró Anderson a Clarín.

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