Vías, anclajes fijos, encadenados, rutas más difíciles u otras fáciles, soportar la frustración, el esfuerzo por superarse, adrenalina podríamos agregar; y también espiritualidad, reflexión, silencio. Todo en el mismo punto geográfico que es Puerto Deseado. A primera vista, podrían parecer enumeraciones inconexas, pero todo tiene que ver con todo.
Esta ciudad portuaria y pesquera, que se encuentra a 126 kilómetros de la Ruta Nacional N°3, a la que se llega por la Ruta Nacional N°281, se ubica entre otras dos ciudades costeras, Caleta Olivia al norte, y Puerto San Julián al sur, a gran distancia de una y otra; pero la población continental más cercana es el pequeño Paraje Rural Tellier, a 20 kilómetros, sigue Jaramillo y luego Fitz Roy de la que la separa una distancia de alrededor de 130 km.
Entre los lugares para visitar la lista podría iniciar con la Ría Deseado, luego la Isla Pingüino, el Campamento Darwin, el Circuito Cueva de los Leones, entre otros. También posee espacios para hacer cicloturismo, circuitos autoguiados, senderismo, observación de aves y recorridos históricos, a las que se suman otras actividades. Hoy vamos a hacer foco en la línea del horizonte que une rocas y cielos, porque de eso se trata, de la posibilidad de elegir turismo religioso o de practicar escalada deportiva, para quienes son aficionados a ella.
Un Santuario Natural
Para ello, comencemos por la Gruta de Lourdes, a la que se llega por la Ruta Nacional N°281. A 15 kilómetros de la ciudad, tomando un desvió de 3 km. de tierra, se accede al Cañadón de las Bandurrias que comienza en Paraje Tellier y desemboca en la Ría Deseado. Desde antaño era el lugar preferido de antiguos pobladores, para el paseo de los domingos, de los vecinos de los alrededores, de los alumnos del Colegio Salesiano San José, de los padres salesianos, que arribaban al lugar en bicicletas, a pie, o en camiones del ejército.
Actualmente, quienes lleguen hasta este santuario natural verán las imágenes de la Virgen de Lourdes con la Bernardita, dedicadas al culto de María Santísima Inmaculada, como también el recinto de la cascada, con una rampa de piedra en la margen derecha, que comienza a la altura de las cabezas de los visitantes para derivar en una gruta de 36 metros de largo, con una anchura media de 7 metros y de 14 en su parte más ancha.
La estatua de la virgen mide 1,50 y pesa 430 kg. Las imágenes fueron trasladadas el 27 de noviembre de 1947. El camino que se recorre para llegar a ellas está bordeado por un reparo de encaramada de duraznillo para limitar los vientos. En la entrada del cañadón destinado a parque de los peregrinos, hay asientos rústicos y dentro del oratorio en los costados frente a la Virgen. Se plantaron 40 álamos y cipreses. En el año 1979 se construyeron 14 fogones; a metros de la entrada se instaló el mástil. Años después se destinó un lugar para las velas y placas de agradecimiento, se parquizó, se colocó un Vía Lucis, y la oración del ave María en distintos idiomas. Se delimitó el estacionamiento, se refaccionaron los sanitarios y el quiosco, y para cuando no es época de lluvias se creó una cascada artificial.
En el sitio no sólo reina la solemnidad propia de un sitio de oración, sino que la misma estructura en la que se emplaza la Gruta, la del macizo de rocas volcánicas formadas hace más de 150 millones de años, da al lugar su carácter sagrado e imponente. Allí las paredes naturales superan en su parte más alta los 20 metros. Y los árboles y plantas que enmarcan el camino, plagados de flores y frutos en temporada, como el de la rosa mosqueta, contribuyen a convertirlo en un ámbito místico por las maravillas del cañadón y su naturaleza.
Entre los turistas
Coralie Aguilar y Gonzálo Álvarez son una pareja que estuvo de visita en Puerto Deseado y accedió a contarnos sobre su pasión deportiva.
Coralie es española, de un pueblo del norte de Cataluña, cerca de Girona. Desde hace tres años Argentina es su hogar. Actualmente reside en El Calafate, y cuenta que antes vivían en Buenos Aires, y decidieron venir a Santa Cruz, principalmente, porque hay lugares para escalar, “en Buenos Aires queda muy lejos la ‘roca’ de la ciudad”.
“La escalada es nuestro hobby, nuestros laburos no tienen nada que ver, pero nuestro hobby es todos los fines de semana, tratamos de escalar siempre que podemos”, relata. Ella es diseñadora industrial, y trabaja a distancia para una empresa que hace fabricación nacional de artefactos de iluminación.
Vivir en el sur, “por ejemplo en Calafate es muy parecido a mi pueblo en España; y el invierno nos habían dicho que era muy duro, pero nos aficionamos a hacer esquí de montaña” y con eso la estación se les hace menos rigurosa.
La visita
Gonzalo es oriundo de San Julián, provincia de Santa Cruz. “Pero vivimos en Calafate por el tema de la escalada, pero también porque tenemos un negocio ahí y trabajo en él, por suerte. Calafate es buenísimo para escalar, está también El Chaltén que es un paraíso de escalada, y también de esquí, en invierno ahora que empezamos a esquiar está genial” explica.
Pasaron por la localidad portuaria de camino a zona norte. “Un poco con la excusa de aprovechar el fin de semana, ya que te tenés que meter un poco para adentro (desde la Ruta 3), pero siempre está buenísimo venir a Deseado porque hay muchas vías de escalada deportiva, gracias a Pedro Licoff que es el principal motivado de Puerto Deseado, y que ha equipado como 200 vías de escalada, acá hay mucha roca y es increíble la escalada”.
Gonzalo detalla que este deporte en el Cañadón es peculiar porque “es muy característica la roca, por los agujeros chicos que hay, es un estilo de escalada particular”.
La escalada
En cuanto a la práctica de este deporte que consiste en realizar ascensos sobre paredes, utilizando la fuerza física propia, comenta que hay muchas rutas de escalada, de diferente dificultad desde muy fáciles a muy difíciles. Y en Deseado hay rutas muy difíciles, “para aquellos que escalan muy fuerte está buenísimo, y también para los que quieren empezar a escalar, sólo falta motivar y generar eso”.
En respuesta a por qué practica este deporte dice: “Escalar es principalmente frustraciones, porque realmente es así. Si nos subís hasta arriba no encadenás, y uno se esfuerza por hacer rutas cada vez más difíciles y tratar de encadenarlas. Y cada vez que querés hacer rutas más difíciles te caes más, ese es el gran desafío personal, es decir, hay que luchar contra esas frustraciones, no enojarse, y tratar de hacerlo lo más eficiente posible. Hay que economizar energía todo el tiempo, a través de la técnica y del entrenamiento. Cuanto más entrenes física y mentalmente sobre todo, más alto vas a poder llegar o vas a poder hacer vías más duras, y todas seguidas, desde abajo hasta arriba”.
Lo que se puede destacar como favorable del espacio, es que “el viento en este Cañadón del 5, no pega tanto, está medio reparado, y la práctica hoy estuvo buena, hicimos más que nada volumen, no dificultades sino para ganar un poco de resistencia y seguir escalando, que la idea es escalar, escalar y escalar, y eso después te va llevando a escalar más fuerte”.
La primera jornada fue en sábado, contó Gonzalo: “Llegamos tipo 4 o 5 de la tarde, hicimos 4 o 5 rutas, y hoy (domingo) unas 10 habremos hecho. Así que fueron varias, hicimos una detrás de la otra, así que nos vamos bastante cansados, eso suma”.
Su sueño para Deseado es que se cree un club andino. “Estaría buenísimo. Me gustaría ver algo así, no sólo en Deseado sino en todos los pueblos. En Puerto San Julián no hay nada, está Bahía Laura que es lo más cerca quizás, pero igual es un poco más remoto. Me gustaría que escale más gente, así estas vías son aprovechadas, que hay muchas”.
Por último, Coralie recuerda que es la tercera o cuarte vez que visitan Deseado, “pero lo que me llevo de este fin de semana de escalada es que realmente mejoré un montón; la última vez que había venido había hecho unas vías que no las había podido completar porque me daban miedo, y este fin de semana las logré terminar, así que me voy muy contenta”.
Ascenso en roca
Las paredes de roca que se pueden encontrar en los cañadones de este destino turístico son ideales para quienes practican esta disciplina.
Algunas de las vías habilitadas para llevar adelante esta práctica deportiva se encuentran en el Cañadón Veneciano o Cañadón del Cinco, el Cañadón Torcido en el Camino Costero y en el Cerro Van Noort.
Cabe destacar que, esta actividad no está permitida en el Cañadón de las Bandurrias. Y, por otro lado, no es ofrecida por ningún operador turístico, por lo que sólo pueden realizarla los aficionados que cuenten con su propio equipo, siguiendo las disposiciones de las autoridades comunales, y tomando todas las medidas de seguridad pertinentes. Consultar ubicación de los sitios aconsejados y las recomendaciones en Turismo Municipal.
Turismo
La oficina de Turismo de la Municipalidad de Puerto Deseado se encuentra ubicada en el centro, en San Martín 1137, allí recibe las consultas de los turistas. También se puede llamar al 297-4870220, comunicarse por mensaje de Whatsapp al 297-513 3803, o escribiendo al correo electrónico: turismo.puertodeseado@gmail.com
Fuente: AMA Santa Cruz.