Se trata de Teresa Cerrillo, quien es la primera representante argentina en la coordinación del grupo de trabajo de Recursos genéticos de la Comisión Internacional del Álamo y de otros árboles de rápido crecimiento de la FAO. Con el foco puesto en la producción sostenible y su rol en la sociedad, desde la Comisión se promueve un cambio de perspectiva con respecto a la utilidad de los árboles de rápido crecimiento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO, por sus siglas en inglés– nombró recientemente una representante argentina para liderar el grupo de trabajo de Recursos Genéticos. Así, desde octubre de 2022, Teresa Cerrillo –investigadora del Área Forestal en la Estación Experimental Agropecuaria Delta del Paraná INTA, Buenos Aires–. El espacio busca promover el intercambio de conocimientos, desarrollar actividades de interés y recabar información relevante sobre programas de mejoramiento genético de álamos y sauces, como algunas de las tareas inherentes a la actividad del grupo.
“El objetivo de este grupo de trabajo es el de promover un mejor intercambio de conocimientos y resultados sobre domesticación y conservación de recursos genéticos de álamos y sauces, y su uso sostenible”, explicó Cerrillo.
Y agregó: “La FAO apunta a las utilidades para la sociedad con hincapié en las aplicaciones productivas y también en relación a los servicios ambientales. Los álamos, los sauces y otros árboles de rápido crecimiento son capaces de brindar herramientas tanto para la producción de madera sostenible para la elaboración de productos, energía, como para la remediación de suelos y mitigación del cambio climático dan un horizonte nuevo”.
La Comisión Internacional del Álamo y de otros árboles de rápido crecimiento –International Commission on Poplars and Other Fast-Growing Trees Sustaining People and the Environment (IPC)– es uno de los órganos estatutarios de la FAO y se fundó en 1947. Nuestro país fue uno de los primeros que se sumaron a la Comisión al poco tiempo de su constitución.
Actualmente la Comisión está conformada por 38 países de los cinco continentes, organizada por un Comité Ejecutivo y por diferentes grupos de trabajo, que tienen como interés común el cultivo, la conservación y utilización de álamos y sauces. Recientemente la misión se ha extendido a otros árboles de rápido crecimiento.
“En la Comisión se facilita el intercambio de materiales genéticos y el acercamiento a diferentes personas alrededor del mundo que trabajan con estos mismos conocimientos. Como parte de cualquier programa de mejora genética, la conservación y ampliación de la diversidad genética es en estos árboles de rápido crecimiento es fundamental para controlados alcanzar los objetivos planteados. En mi experiencia como mejoradora de sauces en Argentina este aspecto fue muy valioso para poder desarrollar las poblaciones de mejora que han permitido seleccionar clones y que continúan brindando resultados”, comentó Cerrillo.
Cerrillo es referente del proyecto de Mejoramiento Genético de Salicáceas, hasta 2021 formó parte de uno de los 6 grupos que conformaban el IPC sobre Domesticación y Conservación de los Recursos Genéticos, con la figura de “chair”. Rol que consiste en promover contactos entre científicos y expertos que trabajan en genética de álamos y sauces con miras a alentar y facilitar el intercambio de información o resultados de programas de investigación, coordinar programas internacionales de investigación y desarrollo tecnológico en el campo de los recursos genéticos y desarrollar actividades de interés para las temáticas de cada grupo.
Desde octubre de este año, luego de una reorganización en la que quedaron 5 grupos de trabajo, fue convocada como “Interim chair” del nuevo grupo sobre identificado como “Recursos Genéticos” hasta 2024, en este nuevo rol se ocupa de recabar información relevante sobre programas de mejoramiento genético de álamos y sauces en los países mimbro y compartirla.
“Los principales logros del grupo de trabajo incluyen: La identificación de plagas o enfermedades y alerta temprana de su posible propagación, la conservación de las poblaciones autóctonas de álamos y sauces a fin de conservar la diversidad genética como base para la reproducción de árboles, adopción de convenios para la protección de los derechos de los obtentores para facilitar el intercambio de cultivares superiores, la promoción de álamos y sauces para control de erosión, fitorremediación y estabilización de dunas, e investigación de álamos y sauces para la bioenergía”, puntualizó la investigadora.
El trabajo de la Argentina en la FAO
Cerrillo señaló: “El valor que tienen los grupos de trabajo de la FAO es el de conectar investigadores que se destacan en distinto países y contextos pero que básicamente van hacia el mismo objetivo. Se dan a conocer diferentes metodologías de trabajo y gracias a ello se puede desarrollar mejor las propias”.
Hoy la mirada de la producción sostenible en el contexto de cambio climático y la oportunidad de estos forestales de aportar servicios ambientales son ejes para tratar los diferentes temas que surgen en la Comisión. Hace dos décadas la utilidad de los árboles apuntaba más exclusivamente a la actividad maderera, actualmente hay un cambio de perspectiva, por ejemplo hoy con esos mismos árboles se investiga su rol en fitoremediación (remediación del suelo a través de las plantas).
“Desde Argentina, con nuestro grupo de investigadores del INTA, compuesto entre otros colegas por Esteban Thomas y Sergio Romagnoli, damos una mirada particular al tema de los genotipos con capacidades para la fitoremediación, para ello se están experimentando sauces generados por el programa en INTA Delta en Patagonia norte en rehabilitación de canteras y en la utilización como biofiltros, llevando la investigación a una utilidad práctica”, explicó Cerrillo.
La meta de la Comisión es trabajar sobre una visión más amplia de las utilidades de los materiales genéticos (clones), también tratar de darle lugar no solo a Sauces y Álamos sino a otros árboles de rápido crecimiento.
Actualmente el grupo de Recursos Genéticos liderado por Cerrillo pone el foco de interés en mejoramiento genético por diferentes vías, en la creación de nuevos cultivares para diferentes aplicaciones –madera para usos estructurales, bioenergía, fitorremediación, tratamiento de aguas residuales, restauración, celulosa y papel, cestería–, y la conservación de los recursos genéticos naturales y de los ecosistemas.
También se propone promover el desarrollo de estrategias con respecto al mejoramiento genético y programas de conservación para seleccionar genotipos potencialmente capaces de hacer frente al cambio climático.
Cerrillo concluyó: “La filosofía de la comisión es ir hacia donde le sirva a la sociedad. Estamos desarrollando una estrategia nueva, con nuevas herramientas. La FAO siempre remarca que la comunicación es fundamental, aprender del otro y aportar el conocimiento propio para otros”.
Fuente: INTA