Investigadores de varias universidades de California (EE.UU) detectaron, a través de estudios científicos, que las ballenas barbadas ingieren mucho más microplásticos de lo que se pensaba, procedente de sus mismas presas y no de las grandes cantidades de agua que tragan, según reveló la agencia española SINC.
La experiencia se centró en tres especies de amplia distribución: la ballena azul, la ballena jorobada o yubarta y la ballena de aleta o rorcual común, a las que colocaron dispositivos especiales de seguimiento, especifica el Servicio de Información y Noticias Científicas.
Los cetáceos fueron seguidos en sus inmersiones, midiéndoles las cantidades de plástico que hay en sus presas y en el agua.
Los resultados son sorprendentes: “Las ballenas azules consumen diariamente hasta diez millones de partículas microplásticas, los rorcuales comunes entre tres y diez millones, mientras que las ballenas jorobadas consumen hasta cuatro millones cuando se alimentan de kril”, indica el informe de la centenaria Universidad de Stanford, ubicada 56 kilómetros al sureste de San Francisco.
Las ballenas barbadas se alimentan de kril (diminutos crustáceos planctónicos) mediante un proceso de filtración y, al hacerlo, pueden llegar a ingerir hasta diez millones de fragmentos de microplásticos al día.
Lo suelen hacer entre los 50 y 250 metros de profundidad, precisamente el lugar donde se concentran las mayores cantidades de microplásticos, según el estudio publicado este mes en la revista académica del Reino Unido, Nature Communications.
Los resultados indican que estas ballenas pueden consumir más cantidad de plástico que cualquier otro organismo, lo que representa un riesgo potencial para su salud, concluye SINC.
Fuente: Agencia Télam