El reconocido arqueólogo Carlos Gradin investigó en los 80s la zona noroeste de Santa Cruz y su meseta. Fue el puntapié inicial para lo que es hoy una de las áreas protegidas emblemáticas de la provincia. Seis años después de su creación, se espera que pueda tener una temporada favorable en el marco de la “nueva normalidad”.
La meseta del Lago Buenos Aires (al sur de las localidades de Los Antiguos y Perito Moreno, y al norte de Bajo Caracoles) es una altiplanicie volcánica que se destaca por su gran biodiversidad y las características prístinas (sin alteraciones) que aún mantiene el área. Esto propicia que la supervivencia de poblaciones de especies propias de la fauna patagónica, prevaleciendo un endemismo reproductivo. Un claro y sobresaliente ejemplo lo constituye el Macá Tobiano, ave considerada en peligro crítico a nivel mundial, una categoría que agrupa a las especies que requieren de acciones urgentes para su conservación.
En el año 2007 un grupo de vecinos de la localidad de Los Antiguos presentó varias cartas ante las autoridades nacionales, solicitando declarar parque nacional a toda la cuenca del lago, con el fin de proteger sus recursos hídricos y valores culturales. En ese marco, vecinos, funcionarios e instituciones como Aves Argentinas, Ambiente Sur, Parques Nacionales,etc., comenzaron a trabajar para hacer de este sueño una realidad.
Fue así que el 16 de diciembre de 2014, la Cámara de Diputados de la Nación, convirtió en ley la creación del Proyecto del Parque Nacional Patagonia. “Los resultados en estos seis años son más que positivos”, nos cuenta Pablo Agnone, actual intendente del PNP. “En el proceso de gestación, gestión y desarrollo se involucraron varias instituciones, ONGs, etc, que hicieron posible el sueño del Parque”, agrega.
Un área protegida al ritmo del Macá Tobiano
“Si bien los procesos de desarrollo e implementación de un área protegida son amplios y muy largos, hoy podemos hablar de que el PNP se ha logrado afianzar con la presencia permanente de los guardaparques, desarrollando todas aquellas tareas que tienen que ver con la implementación de la Ley Nacional de Parques y las distintas actividades que hacen a la conservación, en especial el resguardo de esta especie tan emblemática que es el Macá Tobiano, el cual es el emblema y el escudo del parque”, explica Agnone.
En relación al trabajo desarrollado estos años, el intendente de PNP señala que “pudimos contar con monitoreos de Macá tobiano en forma permanente, estables y regulares junto con las estaciones biológicas de Aves Argentinas, con la colaboración de la Fundación Rewilding Argentina y varias instituciones más que hacen posible la investigación que hacen a la especie” emblema del parque.
Las localidades cercanas valoran a la meseta como una importante reserva hídrica y fuente de vida en un ecosistema de valor único. “Estamos trabajando en forma cotidiana, principalmente con Los Antiguos y Perito Moreno, buscando afianzar la relación y los trabajos que hacemos de forma mancomunada, junto a instituciones entre lo que es el Estado nacional, provincial, municipal y los privados”, expresa Agnone. “El objetivo es concretar primeramente la conservación del área protegida y que -a la vez- los vecinos puedan generar ese sentido de pertenencia para que lo puedan conocer y disfrutar. En ese sentido es que venimos trabajando desde el inicio de la creación del parque, con resultados más que positivos“.
“Ningún área protegida tiene sustento sin la participación de las comunidades locales, sin la integración de la sociedad y su compromiso. El conocimiento de sus recursos naturales, culturales, y el potencial turístico que tiene la región son partes fundamentales para el desarrollo y sustentabilidad de un área como esta”, resalta.
En un año tan particular y aún cuando para muchos sectores el parate ocasionado por la pandemia significó un impacto negativo, para el intendente del PNP, sin embargo, “ha posibilitado invertir mucho recurso humano y tiempo para acomodar y desarrollar todas las actividades pendientes que (a veces) no tenemos la posibilidad de llevarla en forma paralela con el desarrollo de uso público. Se trabajó mucho en lo que es la señalización, el diseño de los sectores de uso público, tareas de mantenimiento, etc, siempre con el objetivo de tratar de brindar un mejor servicio a los visitantes que se acercan con la idea de tener una experiencia positiva y conocer una pequeña porción de lo que es la Patagonia.”
Actualmente el PNP se encuentra abierto al público. “Se estuvo trabajando con autoridades provinciales, municipales y los COE” para la “aprobación e implementación de los protocolos específicos y lograr la apertura del área, en sintonía y con el respeto de todas las normas de seguridad”.
Para revertir la pérdida de ambientes naturales y la extinción de especies de nuestro planeta, resulta vital el trabajo sostenido y sinérgico entre los organismos públicos y privados que confluyen para preservar estos ambientes. El Parque Nacional Patagonia viene a dar testimonio de que es posible.
Daniela Mancilla Provoste