EL ROMPEHIELOS presenta el ciclo “Recuerdos de Malvinas”. Seguí estos relatos todos los domingos y miércoles.

El siguiente fragmento pertenece al libro LA NOCHE QUE SONÓ LA ALARMA (inédito). En esta ocasión, en exclusiva para los lectores de EL ROMPEHIELOS, Franco Buján, quien era el encargado de la Estación Astronómica de Río Grande, nos cuenta su experiencia.

Una fosa para protegerse de los ingleses

Cuando yo estaba en la Estación Astronómica, en algún momento nos aconsejaron irnos, a pesar de que era mi vivienda, al pueblo o a algún otro lugar; que viviera en la casa de algún amigo en la ciudad.

Todas las noches volvía a verificar que estuvieran las luces apagadas porque era la época de oscurecimiento. Andábamos con los vehículos con las luces tapadas y todo eso.

Esto sucedió después de que se terminaran las prácticas de ataques aéreos, cuando dijeron: la próxima vez que suene la alarma va a ser en serio.

Ese día me vine con el amigo este, con el que estaba viviendo, a verificar el estado de las luces en la estación astronómica, y sonó la alarma.

Nosotros estábamos justo pasando el puesto de guardia que tenía la base aeronaval antes de llegar a la estación astronómica.

La gente, los militares que estaban ahí ya me conocían porque iba todos los días. Salió uno corriendo, poniéndose el casco, agarrando el arma y me dijo:

¨Flaco, volvete, volvete, porque hay ataque terrestre¨.

Pegué la vuelta ahí mismo.

Cuando volvía miré hacia el mar, como mirando hacia el barrio YPF, más o menos, y veo luces. Cosa que no debería haber en una ciudad que estaba en pleno oscurecimiento.

Entonces le digo a mi amigo:

¨Mirá, están desembarcando… Deben ser los barcos ingleses¨.

Nos fuimos pensando que eran los ingleses.

Cuando llegamos a la casa de este muchacho, agarramos a las dos familias, la de él y la mía, y las metimos en la fosa de un taller que él tenía al lado de su casa. Arriba pusimos un bote inflable (inflado) que teníamos para cubrir la fosa.

Nos quedamos ahí como tres horas, hasta que le digo a mi amigo:

¨Yo sé hablar inglés. Voy a salir y ver si encuentro a alguno le voy a explicar que yo no tengo nada que ver¨.

Salimos de la fosa y mirábamos por los vidrios de las ventanas para afuera, para ver si veíamos pasar… Realmente estábamos esperando ver pasar algún inglés.

A ver, ¿qué hago? Me dije.

Al ratito volvió la radio a transmitir. También habían cortado la transmisión de radio y habían explicado que había sido un error.

Fijate como uno, ante un error, se hace la cabeza, y todo lo que volaba por mi mente durante tres horas en que no sabíamos cuál había sido el alcance del ataque…

LA NOCHE QUE SONÓ LA ALARMA es una investigación histórica que compila testimonios de la población civil de Río Grande durante la guerra de Malvinas; cómo se vivía y se desarrollaban las actividades en los distintos sectores de la ciudad; las experiencias más variadas y personales en relación al conflicto bélico.
Sus autores son Mingo Gutiérrez, Esteban Rodríguez y Fede Rodríguez.

Fede Rodríguez
Ilustración: Germán Pasti

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