Con la participación de vecinos y vecinas de todas las edades, el asesoramiento de especialistas y las ganas de quienes la gestionan, la Biblioteca Alfonsina Storni busca motorizar la producción agroecológica de alimentos en Tierra del Fuego.

Fundada en 1994, desde hace casi 3 años la Biblioteca Popular Alfonsina Storni lleva adelante una iniciativa innovadora no solo para la ciudad de Ushuaia. De concretarse el sueño de la Comisión Directiva y sus 50 socios activos, la pondrá a la altura de las experiencias mexicanas y colombianas, donde las “bibliotecas verdes” tienen un comprobado éxito en la formación de promotores agroecológicos y provisión de alimentos frescos producidos con técnicas agroecológicas en huertas propias.

“En 2018 nos reunimos con un grupo de huertas agroecológicas, donde intercambiamos información y experiencias. Así surgió el programa de ‘Biblioteca Verde’, que incluye, además de la promoción del libro y la lectura, la generación de una huerta agroecológica, con el objetivo de trabajar la soberanía alimentaria”, dice Nélida Pal, Antropóloga, miembro de la Comisión de la Biblioteca Popular Storni  e integrante del Colectivo “Usín” por la Soberanía Alimentaria y Salud de los Territorios de Tierra del Fuego AIAS

De esta forma se impulsaron talleres y charlas durante todo el 2019 y en una pequeña parte del patio se empezó con las primeras plantaciones. “Plantamos los ajos que cosechamos durante la pandemia en el 2020”, afirma Pal.

La huerta es con fines educativos y surgió por el trabajo cooperativo de vecinos y vecinas que integran el grupo “Huertas Agroecológicas Ushuaia”, con la colaboración del “Colectivo por la Soberanía Alimentaria y la Salud de los Territorios (USiM) y la participación el movimiento de huertas urbanas fueguinas. Con ellos durante el 2020, la Biblioteca también desarrolló reuniones virtuales con la participación de expertos de otras regiones del país, “con la idea de motivar y poner en valor las huertas urbanas”.

Quienes participan de este proyecto aseguran que, a mediados del siglo 20, hubo mucha producción de alimentos al aire libre en Tierra del Fuego, pero que de a poco, esos saberes se fueron perdiendo.

“Buscamos que la construcción sea colectiva y comunitaria y que la biblioteca se convierta en un referente de soberanía alimentaria y de huertas a nivel vecinal”, reflexiona Nélida y pareciera que lo van logrando: “Hay otras instituciones, otras cooperativas que también están generando huertas comunitarias, como la de “La Garganta Poderosa” o la de las mujeres cooperativistas. En el barrio Latinoamericano, donde se ubica la Storni, en pocas cuadras hay cuatro huertas familiares. “Sería importantísimo que tuviéramos políticas públicas que motiven la generación a nivel local de huertos a grandes escalas para abastecernos de alimentos. Sabemos que en Tierra del Fuego se podría”, agrega la antropóloga. 

En enero de 2020 comenzaron con la construcción de un “micro tunel” de 5 mtrs2 y la ampliación del área de sembrado. Todo con donaciones y reciclado de maderas y cubiertas en desuso. En agosto del 2020 la Secretaría de Ambiente municipal les donó 20 bolsones de tierra, quienes llevaron una compostera que está dentro del programa de “biblioteca verde” por lo que se dio un taller que lo brindó el técnico y gestor ambiental Mauro Detanti.

La biblioteca en la actualidad tiene plantados acelgas, frutillas, nabos, nabo dulce, menta, caléndula, lechuga, kale, repollo, habas, papas, ciboulette, sietevenas, rabanito, remolacha y ruibarbo. 

La formación se complementa con talleres sobre alimentación consciente y saludable, que lo dieron dos nutricionistas. Dada la pandemia, varias actividades colectivas no se pudieron desarrollar pero tienen “en carpeta” talleres de armado de compostera, de reciclaje, eco ladrillos, reciclado, gestión, separación de residuos y cómo preparar la tierra, etc. “ El suelo fueguino es muy pobre, entonces se tiene que combinar con compost o algún tipo de sustratos para enriquecerlo”, expresa Pal.

Vale destacar que de alcanzar el objetivo durante este año, sería la primera biblioteca verde de la Argentina. Todas las de estas características se encuentran en México o Medellin, Colombia. “Nosotros entendemos que también se puede hacer acá en Ushuaia: plantar al aire libre o bajo una estructura. La soberanía alimentaria busca eso, la generación de productos locales con fácil acceso y un precio justo, donde todos ganemos y no se desvalorice el trabajo de otros y no se cobre un precio desmedido”.

“Buscamos reflexionar sobre qué estamos comiendo y de dónde vienen los alimentos que llegan a Tierra del Fuego. Dependemos netamente del continente y sabemos que tienen agroquímicos. Creemos que estas iniciativas cambiarían la calidad de las verduras y su precio y que es posible producirlas aquí y proveer a la población local”.

Para participar de las actividades, pueden contactarse con el 2901554241, en Facebook “Biblioteca Storni Ushuaia”, o acercarse a Chubut 1843, al lado del colegio experimental “Las Lengas”.

Daniella Mancilla Provoste

EL ROMPEHIELOS
Deja tu comentario