“Casi todas las exportaciones argentinas recuperarían buena parte del terreno cedido debido al aumento de las cantidades vendidas, al crecimiento global, y a la suba de los precios”, sostuvo un informe elaborado por la consultora, que además destacó la incidencia del crecimiento de Brasil este año como parte de esa recuperación.
En lo que va de 2021, el sector industrial aumentó 14% interanual sus ventas en volúmenes, y en particular, el complejo automotriz, principal segmento de exportación con destino a Brasil, redujo sus ventas un 40% interanual en 2020 y está recuperándose a un ritmo acelerado en la actualidad, con un crecimiento de 47% interanual.
Debido a esto, un importante motor de las ventas argentinas al exterior será la mayor demanda de sus socios comerciales.
“La proyección de crecimiento global ponderado de nuestros principales compradores supera el 5%, alentando la demanda de productos argentinos”, refirió el informe.
Además, se espera que la mayor demanda internacional aliente asimismo la venta de productos de origen agrícola.
Durante el primer año de la pandemia de coronavirus el comercio global se vio gravemente afectado, y nuestras exportaciones de bienes alcanzaron valores mínimos desde 2006, al caer 16% respecto de 2019.
La perspectiva de crecimiento de Brasil para 2021, principal comprador de nuestros productos industriales, rubro que cayó 28% interanual en 2020, alcanzaría el 3,5% este año.
China, el mayor comprador de soja y derivados del país, “fue uno de los pocos países que evadió la recesión el año pasado (creció algo más de 2%) y su economía treparía más de 8% en 2021”, por lo que “sus compras de origen argentino seguirían en ascenso, y como resultado, el complejo sojero, que redujo sus ventas 12% en el 2020, aumentaría su volumen exportado en el 2021”, reportó Ecolatina.
La venta de productos agrícolas crecerá en volumen y en commodities, aseguró el informe.
En tanto, la venta de productos primarios y manufacturas agrícolas no solo crecerá en volumen, sino que además se espera que lo haga por la suba del precio de los commodities.
A fines de 2020 la tonelada de soja llegó a cotizar US$ 580, valor que no alcanzaba desde 2013, y precio máximo en términos reales desde 2014.
“En simultáneo, el maíz y el trigo también alcanzaron sus mayores precios desde 2013 y 2014, respectivamente”, destacaron.
De esta manera, desde Ecolatina sostuvieron que “el aumento de nuestras ventas al exterior por estas dos vías está apuntalando el ingreso de divisas a nuestro país, permitiendo al Banco Central comprar dólares en el mercado oficial y acumular reservas netas, que aumentaron en este año casi US$ 2.500 millones, impulsadas también por la estacionalidad positiva que deja la salida de la cosecha gruesa, saltando 50% respecto a los valores críticos del cierre de 2020”.
“La suba de las exportaciones permitirá que las importaciones se recuperen más del 20% anual y el superávit externo se mantenga en alrededor de US$ 12.000 millones.”
También se observó que para todo el 2021, “la suba de las exportaciones (por precios y cantidades) permitirá que las importaciones se recuperen más de 20% anual y el superávit externo se mantenga en los mismos niveles que el año pasado, alrededor de US$ 12.000 millones”, sumado a que los ingresos fiscales se verán impulsados por las retenciones, agregando 1 punto porcentual del Producto Bruto Interno (PBI) adicional de recursos tributarios respecto al año pasado.
Desde la consultora sostuvieron finalmente que en vistas de que el shock no resulte únicamente temporal, “acumular divisas sería una buena forma de aprovechar las ventajas temporarias sin descuidar el largo plazo”.
Fuente: Agencia Télam