Presentan la web Siguiendo Ballenas, mediante la cual los usuarios pueden hacer un seguimiento en tiempo real de ballenas en el océano atlántico. El sitio forma parte de un proyecto de investigación nacido en 2014 que tiene como objetivo conocer las rutas migratorias y áreas de alimentación de las ballenas francas australes.

Al ingresar al sitio siguiendoballenas.org el usuario inmediatamente se encuentra con un mapa de la Patagonia en cuyo mar circundante destellan varios puntos blancos. Estos indican la posición actual de ballenas francas australes que han sido equipadas con geolocalizadores para poder hacer un seguimiento y registra de sus movimientos. Se trata de un proyecto de investigación llevado adelante por CESIMAR/CONICET, CIMAS/CONICET, ESCiMar (Universidad Nacional del Comahue), Fundación Patagonia Natural, Instituto de Conservación de Ballenas, NOAA, Marine Ecology and Telemetry Research, Instituto Aqualie, Universidad de California – Davis, Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, y WCS Argentina.

El mismo tiene como objetivo obtener información sobre las rutas migratorias de las ballenas y sus áreas de reproducción. Conocer lo que hacen las ballenas en sus viajes oceánicos aporta información valiosa para su conservación, porque permite localizar los ambientes clave para su ciclo de vida. Además, genera información relevante para sustentar la importancia de las áreas marinas protegidas y para elaborar recomendaciones de regulación de actividades humanas (pesqueras, petroleras y de transporte naviero) con potencial impacto sobre los grandes mamíferos marinos.
Este proyecto, que cuenta con el apoyo de la Comisión Ballenera Internacional, la Cancillería Argentina, y los gobiernos de las provincias de Chubut y Río Negro, tuvo su origen en el año 2014 dentro del marco del Plan de Manejo para la Conservación de la Ballena Franca Austral del Atlántico Sudoccidental, en el que Argentina desempeña un rol fundamental. Entre 2014 y 2018, el proyecto ha permitido conocer las trayectorias de 24 individuos: sus desplazamientos por los golfos norpatagónicos, el litoral marítimo argentino, las rutas migratorias y las áreas del Atlántico sudoccidental donde van a alimentarse. Los localizadores satelitales permiten conocer la localización en el mar de cada individuo. El análisis de estos datos, asociados a variables oceanográficas, permite saber el modo en que utilizan los diversos ambientes marinos, si se trasladan o se están alimentando.

Transcurridos algunos meses los dispositivos se desprenden sin haber afectado la salud ni el comportamiento de los individuos portadores. Si bien el tiempo promedio en el cual los dispositivos transmiten información es de 100 días, hay casos extraordinarios donde ese tiempo se extiende considerablemente, como por ejemplo una ballena llamada “Papillion” que transmitió durante 8 meses, lo que permitió realizar un seguimiento de 7800 kilómetros desde su partida del Golfo Nuevo hasta su regreso un año más tarde. El seguimiento satelital ha permitido además conocer detalles del comportamiento de esta población de ballenas hasta ahora no descritos: el uso de los golfos norpatagónicos, la velocidad y distancias de desplazamiento diario, entre otros.

En septiembre de este año se han equipado 23 ballenas del Golfo Nuevo con transmisores para monitorear sus movimientos y hábitos. Las posiciones actualizadas y los recorridos de cada uno de estos animales pueden ser visualizados en el sitio web, junto con fotografías y una descripción de cada individuo. Esta información, en complemento con lo obtenido hasta el momento por el proyecto, es de gran utilidad y resulta clave para el manejo y conservación de la especie.
Abel Sberna
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