“Bitácora de Viaje” es una serie de artículos que cuentan en primera persona las crónicas de navegación del proyecto CAOBA – RUMBO SUR que une Buenos Aires y Ushuaia. Se trata de un proyecto que articula navegación, ecología, socialización y educación, en una experiencia integral a vela.

Sigfrido Nielsen @caobarumbosur @sigfridonielsen

12 al 14/12/2020

De Santa Elena salimos el sábado 12 de diciembre a las 2 PM. El viento había rotado del SO a un viento suave del E. Apoyados con motor, hacíamos rumbo directo al puerto de Camarones. Lentamente el viento siguió rotando al NE y aumentó a unos 15-20 nudos. Una navegación cómoda, por la aleta, a buen ritmo para hacer las 25 millas que nos separaban de ese puerto. Durante el trayecto y a la distancia Silvana, bióloga marina, con su ojo experto detectó a la distancia resoplidos de 3 ballenas francas. Llegamos al anochecer.

Camarones es un puerto pesquero; tiene protecciones algo precarias para una embarcación recreativa. Agua disponible en el puerto, pero para reabastecerse de gasoil hay que ir hasta una estación de servicio distante a unas 6 cuadras. Cargar los bidones a pie esa distancia generó más de un dolor de espalda y comentarios poco simpáticos. La calidad de las comunicaciones por celular (datos) es malísima. La recompensa fue una riquísima cena en el restaurante Alma Patagónica en la plaza principal. La increíble amplitud de mareas representó un desafío para establecer las amarras y proteger el generador eólico de las paredes del muelle. Afortunadamente todo salió bien aunque fue difícil descansar dados los ruidos generados por la fuerte fricción de la banda del Caoba con las defensas del muelle.

Al amanecer del domingo 13 partimos con destino Caleta Hornos. La estrategia de realizar pequeños avances en la derrota hacia el sur aprovechando las estrechas ventanas de tiempo favorable dentro de los pronósticos meteorológicos empezó a rendir frutos. El fuerte viento del O nos resultó favorable para navegar hasta Cabo dos Bahías, extremo norte del golfo San Jorge, derrota en la que pasamos por Caleta Sara y tantas otras menos conocidas pero igualmente muy atractivas. Así pasamos por la isla Leones donde hay un centro de avistaje de la fauna y flora de la zona y el canal del mismo nombre. Bellísimos paisajes enmarcados en un mar azul, fisiografía montañosa con colores de la gama de los marrones con diversos tonos de ocre, de tanto en tanto colores más claros, seguramente producto de alguna toba. La vegetación con sus gamas desde el verde hasta el amarillo claro contrastan con las rocas y el mar resultando en unas combinaciones espectaculares, un regalo para la vista. Avistamos colonias de lobos marinos en el extremo SE del cabo (isla Moreno), como así también pingüinos y gaviotas. Una manada de delfines australes nos visitó en la zona del cabo y nos regaló el disfrute de las increíbles piruetas saltando fuera del agua con giros simultáneos que nos mostraban su vientre color claro. A diferencia de los delfines oscuros que ya habíamos visto llegando al Golfo Nuevo, éstos se movían mucho más.

Llegamos a Caleta Hornos, nuestro destino a las 14 hs. Fondeamos en la segunda curva, un poco más allá las profundidades bajaban drásticamente impidiendo al Caoba adentrarse más en la caleta. En el recodo ya había establecido un cabo rodeando una roca, invitando a establecer una línea complementaria al fondeo, cosa que hicimos. La tarde terminó de transcurrir plácidamente realizando algunos paseos y desembarcos en tierra con el gomón. También en esa tarde se registraron inconvenientes con el inodoro de a bordo que fueron exitosamente resueltos por el equipo.

La noche del 13 al 14 de diciembre fue ventosa, con rachas de unos 15 nudos del O – SO y el temporal esperado se hizo puntualmente presente a la mañana del lunes con vientos del S – SO con rachas de 35 a 40 nudos. Esto era dentro de la protegida caleta, no queríamos imaginar cómo sería la situación mar afuera, pero estimamos soplaría unos 60 nudos, ninguna gana de salir a probarlos.

El temporal de viento y lluvia azotó durante el día al Caoba, el ancla aguantó sin problemas y la tripulación descansó. Por la tarde el viento rotó al S y luego SSE en disminución, junto con el aumento de la presión nos confirmaron desde tierra el pasaje del frente, dando también lugar a una tarde algo fría pero agradable con lo cual bajamos a tierra los 7 en el gomón auxiliar para dar un paseo. Vimos un piso de Ostreas fósiles (de edad Oligoceno – Mioceno) en la cima de los cerritos que rodean la cala, evidencia de una formación marina (Fm Salamanca)? por debajo de niveles conglomerádicos compuestos de cantos rodados, continentales de edad Pleistocena-Holocena (Fm Montemayor)?. Las rocas en las posiciones inferiores y cercanas al nivel medio del mar de la zona presentan un desafío, tienen simultáneamente características de ser cuarcitas pero hay otros indicios que dan pie a dudar y pensar en otro tipo de roca como metacuarcitas. Leyendo bibliografía de la zona concluimos que se trata de rocas del basamento metamórfico de edad Jurásica (sería la formación Marifil).

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