-Sois unos salvajes, unos auténticos salvajes. Ya hemos llegado a la moda de adornarse con dientes humanos. La próxima generación se perforará la nariz y las orejas y se adornará con huesos de animales y con conchas. De eso no cabe duda. La raza humana está condenada a hundirse cada vez más en la noche primitiva antes de comenzar algún día un nuevo ascenso sangriento hacia la civilización. Hoy, la tierra es demasiado ancha para los pocos hombres que viven. Pero estos hombres crecerán y se multiplicarán, y, dentro de algunas generaciones, encontrarán la tierra demasiado estrecha para ellos y empezarán a matarse los unos con los otros. Esto no habrá quién lo evite. Entonces colgarán del cinto las cabelleras de sus enemigos, del mismo modo que tú, Edwin, que eres el más afectuoso de mis nietos, empiezas ya a adornarte la oreja con esa horrible cola de cerdo. ¡Hazme caso, pequeño! ¡Tírala, tírala lo más lejos que pueda!

de LA PESTE ESCARLATA de Jack LONDON, 1912.

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