Maximiliano Exequiel Velásquez (A.K.A “PUNGA”) nació el 12 de agosto de 1989 en la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina. En su vasta trayectoria como músico independiente, se destaca su participación en la formación de bandas como “Baikal”, “La buena pipa”, “Curanto al woioO”, y “Árbol viejo”. La experiencia y versatilidad artística adquirida en estas agrupaciones, lo llevó a colaborar con gran cantidad de músicos del meanstream riogalleguense, enfocados en distintos géneros y subgéneros musicales.
De esta manera, en el año 2014 se aventuró al lanzamiento de “Muñequitos de Hollywood”, su primer disco solista que contó con la producción de Luis Méndez. En este material, presentado en distintos puntos de Santa Cruz bajo la formación “Punga Pisanlov”, puede apreciarse un sonido indie-patagónico, en el que convergen el Rock, el Pop, y el Folklore, en temas como “La chacarera del que no baila”, en el que interviene como invitado Franco Gallardo, músico de El Calafate.
Con la reinvención de un sonido que gravita el Pop, en el año 2015, Punga edita el disco “Canción de Plazas”, mezclado y masterizado por Danny Aguirre del sello independiente Bajo el antares. Este material que cuenta con la participación del músico Juan Pablo Barrientos, está conformado por un set de nueve canciones que dan cuenta de una acabada madurez compositiva.
“Canción de Plazas”, en la escena del Rock Santacruceño, es un himno a la honestidad intelectual y, sobre todo, artística, con composiciones como “Lluvia galáctica” o “Deambulando”, provistas de melodías y estribillos para ser tarareados en la calle por cualquier persona entregada a la innovación.
La virtud de “Punga”, no se circunscribe solamente a estas dos producciones cruciales para el ecosistema artístico de Santa Cruz, ya que su incansable afición musical, alojada en la plataforma virtual Bandcamp, nos guía ‒y extravía‒ por las luces y las sombras de un universo que coquetea, airosamente, con géneros que van desde el Art rock al Art pop, desde el New wave a la Música Electrónica, o desde la cumbia al Trap.
Por Fernando Cabrera