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“¿Por qué Península Mitre no?” por Gianfranco Guardamagna, Gerente de UDAI – ANSES, ex-Presidente del Instituto Fueguino de Turismo.

Gianfranco Guardamagna, Gerente de UDAI – ANSES

En este último año, se ha avanzado considerablemente en uno de los proyectos más ambiciosos en términos de preservación – al menos de mi conocimiento- como es la creación del Parque Provincial Península Mitre.

Es algo que viene pensándose y trabajando mucha gente a lo largo de casi 30 años, muchos de ellos vecinos de Ushuaia, de Río Grande, algunos profesionales y activistas por la conservación y preservación de nuestro medio ambiente, logrando en 2018 tomar estado parlamentario en la legislatura provincial.

Ver también: “Área Protegida Península Mitre, una decisión legislativa”

En ese lugar inhóspito, hermoso, abundan paisajes mágicos que pueden visualizarse no solo con el tránsito por la zona; documentales, fotografías, videos terrestres y aéreos, invaden redes sociales y sistemas de streaming que nos permiten apreciar un patrimonio único de nuestra provincia.

Allí también, tenemos algunas estancias antiguas, con huellas bien impresas de nuestra historia. Los aventureros – a pie, a caballo, o en cuatriciclo – dan cuenta en sus narraciones no solo del desafío que supone llegar a estos lugares, sino también, lo inigualable del lugar. Refugios centenarios, innumerables piezas arqueológicas y otros tantos lugares interesantes comprenden esta tierra.

Ahora bien, ¿por qué no podemos convertirlo en un Parque Provincial para la conservación del lugar?

Ver también: “Península Mitre, el área protegida que no fue”

Ha habido muchas posiciones al respecto. Crear un sector protegido puede suponer una baja en posibilidades de explotación hidrocarburífera – es cierto – y también es uno de los argumentos que he escuchado en diversas charlas, pero dentro de nuestra gran extensión de provincia, debemos pensar no sólo en la explotación de hidrocarburos, sino en el futuro de nuestros paisajes y de nuestro medio ambiente. 

La exploración hidrocarburífera en muchos casos genera impacto a la zona explorada, y la recuperación y re-mediación es muy compleja. A mi entender, la provincia tiene una basta zonificación de áreas de explotación de hidrocarburos, por lo tanto si pretendemos un cierto equilibrio – como el explayado en el  artículo sobre la calidad del turismo, y el potencial del departamento Ushuaia para ello –  debemos tomar una decisión de alto grado de madurez, y plantearnos qué clase de crecimiento queremos.

Si apuntamos a la explotación turística, la existencia de un Parque Provincial no supone la imposibilidad de realizar actividades dentro del Parque. Todo lo contrario. El mismo le da un marco regulatorio, con sendas bien demarcadas, ordenamiento de la carga dinámica que puede absorber a diario, y una planificación de explotación turística a largo plazo, convirtiendo tal vez, la antigua actividad pecuaria, en sectores de turismo rural.

No es menor entender que la concreción de la polemizada Ruta 30, va a generar un incremento de personas que transitaran por la zona aledaña, por lo tanto ya, de antemano, poder realizar un ordenamiento previo del sector, sería un gran beneficio; y que no nos ocurra, como fueguinos, lo que pasó con la Ruta “J”.

La parte más dificultosa seguramente será, poder brindarle un fondeo de recursos para su mantenimiento, que va a requerir de inversiones de corto y mediano plazo, pero seguramente le encontraremos la vuelta como todo, para poder empezar, por más despacio que sea, a dar pasos en pos de su conservación.

Siempre digo que Tierra del Fuego puede desarrollarse desde la mirada del turismo -siempre y cuando estemos convencidos en invertir bien nuestros recursos- sin dejar de lado nuestra riqueza hidrocarburífera, poniendo la mirada bien en el horizonte. Pero además debemos conocer lo “nuestro”, lo que nos rodea y hay que mirar Península Mitre con atención, ya que nos dará ese sentido se pertenencia y lugar prístino que tenemos, aunque sea un lugar indómito. Se trata de un territorio que ha logrado conservar sus bellezas naturales y reinan las especies más emblemáticas de la zona.

Tenemos la oportunidad de cerrar 30 años de lucha, uniendo generaciones para cuidar el futuro, sus valores y su identidad fueguina.

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