Hace poco tuve una larga y fructífera entrevista con Mauro Pérez Toscani, actual secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Ushuaia. A partir de este intercambio, el objetivo del artículo es contar las principales acciones que se están ejecutando en la capital de Tierra del Fuego para afrontar el cambio climático y generar efectos positivos en los habitantes de la ciudad, alineando estos esfuerzos con las acciones provinciales y nacionales. Mauro es Licenciado en Gestión Ambiental Urbana, Especialista en Ingeniería Ambiental y Diplomado en Derecho y Economía del Cambio Climático. Entre fines de 2015 y 2019 fue secretario de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático en el gobierno de Tierra del Fuego y presidió, durante el mismo período, la Comisión de Cambio Climático del Consejo Federal de Medio Ambiente.
En primer lugar, el secretario resalta ciertos rasgos fundamentales para lograr una buena gestión municipal, entre ellos: entender los nuevos conceptos de las ciudades y del desarrollo de la gestión ambiental urbana, reconocer cómo nos relacionamos en las ciudades con los sectores naturales que nos rodean, hablar de sostenibilidad urbana e incorporar la mirada del desarrollo sostenible. “En base a eso… lo primero era empezar a ordenar y planificar, y empezar nuevamente a transversalizar la cuestión de cambio climático en todas las decisiones de las políticas públicas. En principio, de la Secretaría de Ambiente y después, de todo el gabinete municipal”.
¿Cuáles son las políticas climáticas de mayor impacto en Ushuaia?
Pérez Toscani menciona un proceso de gestión que comprende varios programas destinados a contribuir a la mitigación del cambio climático o adaptarse a los efectos negativos que genera. Los principales sucesos recientes son:
– Retomar la adhesión a la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (RAMCC), fortaleciendo el vínculo para incorporar nuevas herramientas y así tomar decisiones.
– Haber finalizado en octubre de 2021 el Inventario de Gases de Efecto Invernadero de la ciudad, lo que significó identificar y definir los sectores de mayor emisión de la ciudad, para tomar medidas sobre ellos.
– Dado esto, se empezó a trabajar en el Plan Local de Acción Climática, tomando el modelo que promueve el RAMCC. Por un lado, haciendo hincapié en la adaptación al cambio climático con políticas públicas territoriales, urbanizando zonas en las que antes el Estado no estaba presente.
– Por otro lado, luego de finalizar el Inventario y notar que el Sector Transporte era uno de los mayores aspectos a tratar, el municipio empezó a diseñar- y está en los primeros pasos de implementación- su estrategia local de movilidad sostenible apuntada a mitigar el cambio climático, trabajando con el Ministerio de Ambiente y Ministerio de Transporte de la Nación, y otros actores como el CADIC del CONICET, la Universidad de Tierra del Fuego, la UTN, ONG’s locales ambientales, y Secretarías y Direcciones provinciales.
– También señala que se generó un Sistema de Reservas Naturales Urbanas, también destinado a mitigar el cambio climático, que incluye diversos estándares e indicadores para proteger humedales (turberas), el bosque nativo y las bahías del municipio.
¿Algún rasgo innovador, particular u original de estos proyectos?
El secretario destaca buenas prácticas que involucran diversos actores y resalta la existencia de un trabajo coordinado entre ellos. Aclara que toda política climática debe estar vinculada a políticas sociales: “Tenemos que entender la crisis socio-ambiental”. Una vez definido esto, ir al territorio y materializarlo en proyectos consistentes, por ejemplo, para mejorar senderos, infraestructura verde para las reservas naturales urbanas (es decir, pasarelas, miradores, señalamiento) y más.
Destaca la construcción de 8 kilómetros de bici sendas (y 8 kilómetros más proyectados) para conectar los puntos de atracción principales de la ciudad, o sea, los barrios de vivienda con la zona de servicios y el Parque Nacional. En simultáneo, se está coordinando con el transporte público la posibilidad de que los ciudadanos puedan subir sus bicicletas al transporte. Y además, mejorar la peatonalidad de los ciudadanos, identificando cuáles son los circuitos reales para llegar a los colegios, hospitales y principales puntos frecuentes.
¿Existen ciertos limitantes, aspectos a mejorar o se necesita ayuda para consolidar los programas en ejecución?
En primera instancia, el funcionario destaca la necesidad de generar el debate para modificar la Carta Orgánica: “Tenemos que reconocer la crisis socio ambiental… Escribirlo en la Carta Orgánica” y que esto genere un cimiento fundacional que dirija las políticas municipales ambientales hasta 2050. También, Pérez Toscani menciona las implicancias de ampliar el ejido urbano, intentando no afectar los recursos naturales cercanos, por ejemplo, el bosque nativo.
Por último, postula que hay limitantes económicas y geográficas para poder llevar adelante las políticas ambientales y climáticas, sobre todo, ante el acelerado crecimiento poblacional de Ushuaia. Esto da en un dilema conocido: ¿Densificamos o ampliamos la superficie urbana?
Connor Fernandez es investigador y consultor en asuntos de fortaleza institucional, transparencia democrática y cambio climático. Además, es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de San Andrés y Magíster en Derecho y Economía del Cambio Climático por FLACSO Argentina.
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