De la mano del biólogo Hernán López, docente e investigador de Universidad de Flores y Curador de Jardín Botánico de la Ciudad de Plottier, repasaremos la especie conocida como Palán Palán. Se trata de un árbol nativo de Argentina originario del NOA que se ha extendido hacia otras regiones llegando hasta la Patagonia.

Tiene cualidades interesantes, como su resistencia ambiental, con la que tolera situaciones adversas. Puede crecer en ambientes poco propicios para otras plantas como la cercanía a construcciones urbanas, hendiduras de cemento, techos de casas con poco mantenimiento, medianeras y escombros.

Los nombres más comunes son “Palan”, “Almorranera”, “Mbelem mbelem”, “Tabaco amarillo”, “Tabacon”, “Tabaquillo” o incluso “Tree Tabacco”. Su nombre científico es Nicotiana glauca Graham y pertenece a las Solanaceae.

Es un arbusto o pequeño árbol entre 2 a 5 metros de altura. Las hojas son ovadas, ovado-lanceoladas o elípticas, algo carnosas, glaucas, glabras, pecioladas, con bordes enteros o sinuados. Las flores son amarillas, aunque suelen haber variaciones como anaranjadas o rojas.

Pertenece al mismo género que el tabaco, el cual se cultiva a los fines de utilización de sus hojas para quema. Al igual que esa especie, presenta compuestos químicos característicos del grupo botánico al cual pertenece. Por el contenido de alcaloides que posee puede resultar tóxica si se ingiere.

Es una especie originaria del sur de Bolivia y norte y centro de Argentina. Naturalizada en otras provincias de Argentina y en Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, México, Estados Unidos y varios países más.

En relación a la polinización de sus flores originalmente atrae a colibríes en su área natural de distribución por lo que ofrece néctar a los mismos. Localmente no se ha visto polinizadores de las especies sin embargo se producen numerosas semillas que son dispersadas por el viento dado su pequeño tamaño.

Es una especie ornamental con cualidades interesantes. En Neuquén se la observa formando parte del arbolado público en zonas áridas, en parques o espacios públicos y en zonas periurbanas producto de la dispersión de semillas.

Fuente: El Patagónico


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