Primero quisiera agradecer a la gente de EL ROMPEHIELOS por la posibilidad que me dan de hacer una réplica contra la nefasta nota que subieron hace unos días sobre los monumentos de Río Grande (que puede leer en este link). No voy a nombrar a su autor para no acrecentar su inexistente fama. Me dicen que el personaje en cuestión es un escritorcito que hace cuentos de terror que no asustan a nadie; evidentemente es una persona tan triste y resentida, que con sólo pensar en él dos segundos, me deprimo.

Vayamos a lo nuestro: como una buldócer de la argumentación, iré topando y destruyendo uno a uno sus comentarios mentirosos sobre los hermosos monumentos que adornan Río Grande, mi ciudad, la ciudad de mis hijos, la ciudad donde vive mucha de la gente que quiero, la ciudad donde el viento canta. Veo con alegría que se me adelantaron unos cuantos y empezaron a dispararle certeros dardos; veo con alegría, también, que la mayoría son gente mayor como yo o jóvenes de espíritu maduro dispuestos a no dejar que este seudoescritor, que se cree graciosillo, nos venga a basurear así nuestras calles, nuestro arte y a la población fueguina toda que disfruta de los monumentos de nuestra ciudad.

Primero, aclaro, el tipo no es escultor ni crítico de arte; imagino que si entró alguna vez a un museo fue para beber y comer gratis en alguna presentación o para ir al baño, nada más. Segundo, ¿podemos desconfiar del criterio de los funcionarios que fueron elegidos por el pueblo? Fueron votados por nosotros por ser los mejores para esa labor y, por lo tanto, los más capacitados para seleccionar el arte que debe adornar y embellecer nuestras calles. Cuestionar esto es cuestionar la democracia, y no me extrañaría que este escribiente resentido sea medio anarquista. Las obras de arte, nuestros monumentos, algunos están desde hace años, otros desde hace menos tiempo, pero están, y van a seguir estando, por más que patalee este señor y organice el boicot que se le ocurra. Si no le gusta lo que ve, que mire para otro lado y listo, pero tirarnos a los lectores sus palabras mediocres e ignorantes, sus burlas, sus frustraciones y toda la basura que lleva en el pecho, fue innecesario. Parte del objetivo de esta nota es demostrar que cada una de sus críticas encierra sus más íntimas frustraciones y prejuicios.

La primera víctima fue El paseo de los novios. Dijo que tiene cinco escalones. Bien, sabe contar. ¿Sos supervisor de paseos? ¿Cuántos escalones debería tener para que lo apruebes? Un paseo puede ser largo o corto, y eso no hace que deje de ser un paseo. De hecho, se puede hacer un paseo sin pasear, un paseo mental, y sigue siendo un paseo. Acá lo verdaderamente grave, porque la palabrita que más nos molestó fue “divorcio”, es que el señor está cuestionando la institución del matrimonio, y todo lo que esto conlleva: familia, sociedad, pueblo, patria grande. Esto es un atentado contra las bases de la Argentina. Nadie minimice esta grave ofensa.

Después siguió con El monumento a la maestra. Habló de desproporciones y de cabelleras. Este tipo seguro que mira las pinturas de Picasso y dice que están desproporcionadas; es arte, capo, y no tiene por qué ser realista. Y con el tema del pelo: ¿sos peluquero? ¿Con quién hiciste el curso, con Charly el auténtico o Charly el verdadero? Hablar por hablar habla cualquiera, y que a vos no te guste el corte de pelo de la estatua no quiere decir que sea horrible. (De hecho, ahora que lo pienso, me doy cuenta que se parece al peinado que usaba mi santa madre; Dios la tenga en su gloria.)

Renglones abajo, sin dejarnos recuperar de los insultos anteriores, se mete con las enfermeras. Es evidente que odia a las maestras y a las enfermeras. De estas profesionales de la salud prácticamente dice que son drogadictas. ¿Qué te pasa, gil de goma? ¿Odias a las mujeres en general o sólo a aquellas que dedican su vida a ayudar al prójimo? La maestra, la segunda madre; la enfermera, nuestro ángel guardián. Esa mirada de la estatua, de la que te reís con la boca bien abierta, es la mirada de una mujer que pasa largas guardias sin dormir recibiendo en sus brazos al niño recién nacido, vendando el cuerpo del herido, sosteniendo la mano del anciano que exhala su último suspiro. Espero que te acuerdes de esto cuando estés agonizando solo y necesites una enfermera que te cuide, querido.

Como si no alcanzara con decir cualquier cosa sobre la familia argentina y sobre nuestras mujeres más valiosas, su próximo ataque se dirige directo al hijo de Dios: Jesús de Nazaret, el Cristo crucificado. El imponente Cristo que recibe de espaldas a los visitantes en la entrada norte de Río Grande, es un símbolo de la comunión entre nuestra sociedad y sus profundas creencias religiosas. Reconozco que para los que vivimos las dos guerras en la Patagonia, no nos resulta grato que su autor sea chileno, pero la fe no tiene color ni bandera. ¡Cuántas ciudades envidian nuestro Cristo! Pero parece que a cierta gente, que no tiene patria ni Dios ni entiende qué es el respeto, le parece feo.

Su siguiente dardo envenenado es contra los indios. Al señorito no le gusta el indio de San Martín. Dice que está mal hecho y que tiene rasgos de extraterrestre. Tu ignorancia es tan concentrada como un jugo mocoretá que quién la bebe sin saber diluirla puede terminar con serios problemas gastrointestinales. Te la voy a hacer corta, y estoy seguro que vos no la vas a entender porque es obvio que no cazás una, pero sí lo van a entender todos los que repudiamos tu “trabajo”: pueblos antiguos; alienígenas ancestrales. ¿Te suena? ¿Alguien tiene pruebas de que los selknam no entraron en contacto con civilizaciones de otros mundos? De hecho, algunas máscaras recuerdan a ciertos cohetes espaciales. Es un tema del cual no quiero polemizar, pero que hasta ahora se ha hablado muy poco.

Y cuando llegaste a insultar al Padre Zink… ¡Madre de Dios! Menos mal que estaba cerca mi señora y que con sus brazos robustos de amasar tallarines pudo sujetarme, porque me levanté de la computadora y te juro que iba a salir a buscarte para enseñarte cuántos pares son tres botas. ¡Qué muñeco patovica ni ocho cuartos! La estatua del santo padre está con el pecho hinchado de orgullo por toda una vida gaucha de austeridad y servicio para con la población rural y los jóvenes alumnos salesianos.

Te reconozco una: no dijiste que el monumento a la trucha no te gustaba. La trucha, nuestro símbolo ciudadano; la trucha, valiente pescado que surca nuestros ríos; la trucha, animal tenaz y sacrificado que da el beso pinchudo al anzuelo y entra feliz al juego del tire y afloje con el pescador riograndense y/o extranjero que visita nuestras riberas de agua dulce… A la trucha no pudiste dejarla en paz y tuviste que marcar que abreviaron la palabra “tierra” en el nombre de nuestra querida isla. En breve escribiré una carta al intendente, para que directamente abrevien todo y, en vez de T. del Fuego, quede TDF, y vos revientes de bronca.

El arte es arte y no tiene por qué gustarte, mamarracho. Las personas que hicieron estos monumentos se esforzaron muchísimo y si vos no podés hacer esculturas mejores, no hablés al gas. Cualquiera hace cosas hermosas con talento. El tema es cuando el talento está ausente y debe ser reemplazado con la buena voluntad de los espectadores. Yo tengo esa voluntad; vos, evidentemente, no.

Habiendo tantos temas críticos que azotan al mundo, como los jóvenes y el aburrimiento, el terrorismo o los climas bipolares de las ciudades, ¿por qué tuviste que desmerecer el trabajo de otros? Lo único que sabe hacer este tipo es llenar renglones con frasecitas soberbias, con mensajes ocultos anti-todo, con su ignorancia, con sus propias frustraciones y deficiencias personales que se proyectan como una sombra larga de atardecer de verano fueguino sobre su prosa ponzoñosa.

Hacía años que una nota no me daba tantas ganas de vomitar.

A los riograndenses les digo: El arte es para disfrutar, no para cuestionar nada.

Gracias por leerme.

 

Roberto Solano Salas*
Presidente de la Fundación Forz-arte

 

*Roberto Solano Salas es un personaje ficticio inventado por el mismo autor de la nota “Los dudosos monumentos de Río Grande”. Ésta es una nota de opinión creada con una selección de comentarios realizados por los seguidores de la Página Oficial de Facebook de EL ROMPEHIELOS acerca de la nota original.

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