El 18 de febrero de 1564, hace 457 años, falleció Miguel Ángel, pintor y escultor italiano, autor de El David, La Piedad y La creación de Adán.

Miguel Ángel Buonarroti (en italiano Michelangelo) nació en Caprese, actual Italia, en 1475. Fue un escultor, pintor y arquitecto italiano. Se lo reconoce como la gran figura del Renacimiento italiano, como un hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI.

Durante los cerca de setenta años que duró su carrera, Miguel Ángel cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura, con resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas.

Sus coetáneos vieron en las creaciones de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio; dicho término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este artista que les confieren su grandeza y su personalidad inimitables.

Entre sus obras encontramos la bóveda de la Capilla Sixtina. Se trata de uno de los mayores frescos de la historia y, por supuesto, de los más logrados. Su enorme complejidad resalta nada más entrar en la gigantesca sala de la capilla y alzar el rostro. Miguel Ángel decidió plasmar en dicha cúpula la completa narración del Génesis. Para ello, dividió el techo en secciones, simulando diferentes elementos arquitectónicos. Esos adornos hacen las veces de marcos para las diferentes escenas.

Otra obra mundialmente famosa es el David. La representación en mármol del personaje bíblico que derrotó al gigante Goliat, mide 5,17 metros de altura. Actualmente se encuentra expuesta en la Galería de la Academia de Florencia.

EL ROMPEHIELOS
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