Investigadores del CONICET comprueban eficacia de una técnica que ya están utilizando en la provincia de Neuquén.

Científicos de Neuquén comprobaron la eficacia de una técnica convencional de laboratorio para detectar la presencia del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en aguas. Ya la están usando para analizar aguas recreativas y cloacales con el objetivo de obtener datos epidemiológicos de la población.

En la actualidad se emplean alrededor del mundo diferentes técnicas, algunas más costosas que otras, para detectar coronavirus en aguas.

“De once técnicas convencionales que probamos, una sencilla de emplear y económica demostró tener un alto nivel de eficiencia para la recuperación del coronavirus SARS-CoV-2. Actualmente estamos utilizándola como una herramienta de vigilancia ambiental de las infecciones de COVID-19 en la provincia de Neuquén, como así también para monitorear la calidad virológica de aguas superficiales que son utilizadas con fines recreativos”, indicó la doctora Patricia Barril, primera autora del estudio e investigadora del CONICET en el Centro de Investigación y Asistencia Técnica a la Industria (CIATI), en Centenario, Neuquén.

Los investigadores que participaron del estudio analizaron muestras de aguas residuales tomadas de la planta principal de tratamiento de efluentes cloacales de la ciudad de Neuquén. Y constataron que una técnica, basada en precipitación con un compuesto llamado policloruro de aluminio (PAC), resultó ser la más eficiente para la recuperación de virus a partir de las muestras de agua.

EL ROMPEHIELOS

En un segundo paso, los científicos emplearon en muestras de agua lo que se conoce como “PCR en tiempo real” o RT-qPCR, la misma técnica que permite amplificar, detectar y también medir niveles de material genético del virus después de los hisopados.

Actualmente, en conjunto con la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la provincia de Neuquén y el Ente Provincial de Agua y Saneamiento, los investigadores llevan adelante un monitoreo sistemático de efluentes cloacales de la provincia. “El muestreo se está realizando en distintos puntos de la red cloacal con el objeto de poder correlacionar la vigilancia ambiental con los casos clínicos georreferenciados. Asimismo, estamos analizando la presencia de coronavirus en aguas superficiales que se ven afectadas por el vuelco de efluentes cloacales tratados”, indicó la doctora Barril, integrante del Laboratorio de Microbiología de los Alimentos que lidera el doctor Juan Martín Oteiza en CIATI.

En los últimos muestreos realizados, los científicos detectaron un aumento en la cantidad de virus presentes en los efluentes de la ciudad de Neuquén, lo que se correlaciona con un aumento en el número de casos registrados.

Del estudio, publicado en “The Science of the Total Environment”, también participaron Luis Pianciola y Melina Mazzeo, del Laboratorio Central “Mg. Luis Alfredo Pianciola” del Ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén; María Julia Ousset, de la Universidad Nacional del Comahue; María Virginia Jaureguiberry, Mauricio Alessandrello y Juan Martín Oteiza, del CIATI; y Gloria Sánchez, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, en Paterna, España.

Fuente: Agencia CYTA / Fundación Leloir

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