El fin de semana del 19, 20 y 21 de abril se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires la Bioferia, uno de los eventos dedicados a la sustentabilidad más importantes de Latinoamérica, allí conocí muchos emprendimientos, uno de ellos es Changüi, el mate fabricado con yerba.
La Bioferia reúne a miles de personas cada año, encontramos stands y espacios para pequeños emprendimientos, ONGs y grandes marcas que nos invitan a conocer sus propuestas.
Los estímulos son múltiples: gente, música, conversaciones, clases de yoga, personas bailando, expositores habitando los distintos espacios, todo está ahí, disponible y cada asistente elige su propia aventura.
Para ser sinceros, la única forma de verlo todo y poder participar de cada actividad es dividir el cuerpo en 4 partes e ir los 3 días. Pero como eso no es posible, cada quién vive la experiencia como desea y pasa su tiempo dentro del predio poniendo el foco en lo que más lo atrae.
En mi caso, elegí poner el foco en el encuentro. Aproveché las horas del viernes y sábado para compartir con amigxs, conocer personalmente a gente que solo conocía por redes sociales, pero también para descubrir nuevos proyectos y emprendimientos.
Uno de los que más me llamó la atención es Changüi, un mate artesanal producido con materiales circulares, reutilizables y compostables, creado a finales del 2020 por Tomás Zaragoza y Joaquín de Tomaso, a quien entrevisté para esta nota.
Carbono News: Hola Joaquín, ¿nos contás qué es Changüi?
Joaquín de Tomaso: Es un proyecto con el cual buscamos revalorizar un descarte de la industria a través de la innovación de un objeto cultural y tradicional argentino.
CN: ¿Cómo nació este proyecto? ¿En qué se inspiraron?
JdT: La inspiración fue la ola de biomateriales y la admiración de proyectos como huskee cup, que generan vasos de café con borra de café.
CN: ¿Cómo fué el proceso para llegar al producto final? ¿Tuvieron que vencer muchos obstáculos?
JdT: El proceso fue muy largo y tedioso. Al no haber ningún tipo de historial sobre materialidades llevadas a un proceso artesanal, utilizamos todos los recursos que aprendimos en la facultad de diseño industrial y experiencias vividas en la metalúrgica, así como elementos de la carpintería para empezar a estudiar y hacer distintas experimentaciones. Al mismo tiempo desarrollo de maquinaria específica.
CN: ¿Nos contás un poco sobre la forma de producción?
JdT: Se elabora a través de un proceso que convierte el polvo de yerba en un biopolímero, que luego es compactado con calor. Después de 24 horas de secado, se realiza el cuerpo del mate, se lo pule, se graba la marca con láser y, finalmente, se les colocan las bases de madera, para las cuales usamos paraíso que es una especie reforestada y de rápido crecimiento.
CN: ¿De qué manera este producto favorece al planeta?
JdT: En uno de los tantos papers que leímos, descubrimos que el descarte de la industria yerbera muchas veces se quema, generando dióxido de carbono. Al mismo tiempo, cuando se descarta sin un tratamiento adecuado modifica el pH de la tierra. Nosotros tenemos un emprendimiento artesanal, en el cual usamos el polvo de yerba para generar un biocompuesto avalado por el sello de Bioproducto Argentino. Este polvo nos permite disminuir la cantidad de material virgen necesario. Al mismo tiempo, es un producto que se puede reutilizar cuantas veces se desee, siempre y cuando lo cuiden.
CN: ¿Tienen calculados los kilos de yerba que se recuperaron a partir de la creación de Changüi?
JdT: En realidad no son muchos, porque nuestro proceso es muy artesanal, por ende, no producimos ni vendemos cantidades significativas. Sin embargo, a lo que apuntamos es a demostrar que es posible crear un buen producto a partir de un descarte.
CN: ¿Consideran que es un proyecto de triple impacto o no todavía?
JdT: Todavía es un emprendimiento que está en crecimiento, pero hace poco hicimos unas yerberas de tela recuperada de kitesurf en conjunto con otro emprendimiento, y a partir de eso se nos ocurrió empezar a producir yerberas con una cooperativa de trabajadores de la ciudad. A raíz de esa idea, nos dimos cuenta de que queremos que todos los productos que pongamos en el mercado tengan una pata ambiental o social o, en el mejor de los casos, ambas.
CN: ¿Cuál es el próximo paso a dar?
JdT: Crecer un poco en equipo y en ventas para poder tener el capital para reinvertir y agrandar la línea de productos.
CN: ¿Qué le dirías a alguien que quiere iniciar un emprendimiento respetuoso del ambiente?
JdT: Que trate de innovar en lo que haga para diferenciarse y destacar su producto, abriéndose camino y encontrando su veta.
Fuente: Carbono News