Al químico mexicano le apasionaban las soluciones para cuidar la Tierra; gracias a su trabajo, los CFC se prohibieron en todo el mundo

Nacido en la Ciudad de México en 1943, Mario Molina fue un egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como de la Universidad de Friburgo, en Alemania, y de la Universidad de California, en Berkeley, en Estados Unidos, en donde recibió su doctorado en Fisicoquímica.

Pionero y uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica, fue coautor en 1974 junto a F.S. Rowland de un artículo en donde se predice el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales y los clorofluorocarburos (CFC), esto le valió el Premio Nobel de Química en 1995.

Gracias a sus investigaciones, se produjo el Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, un trabajo internacional que enfrenta el problema ambiental a escala global y de origen antropogénico, por esto y mucho más, Google le rinde homenaje en el doodle de hoy a Mario Molina.

“Los científicos pueden plantear los problemas que afectan al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad”. Dr. Mario Molina.

Mario Molina, el Nobel mexicano

A 80 años de su nacimiento, recordamos al Premio Nobel de QuímicaMario Molina, un mexicano que se ocupó de generar conciencia sobre los efectos de los clorofluorocarbonos (CFC) a la capa de ozono, nuestra principal defensa a los rayos ultravioleta B que son muy dañinos para la vida en la Tierra.

José Mario Molina Pasquél nació el 19 de marzo de 1943 y cuando era niño convirtió su baño en un laboratorio improvisado porque le resultaba fascinante examinar microorganismos en una gota de agua con un microscopio de juguete.(Foto: Twitter/DeMemoria)(Foto: Twitter/DeMemoria)

Este fue el comienzo de su carrera como químico, que le valió un lugar en el exclusivo club de mexicanos que recibieron el Premio Nobel, junto al diplomático Alfonso García Robles (Premio Nobel de la Paz, 1982) y el autor Octavio Paz (Premio Nobel de Literatura, 1990).

Escribió sobre los efectos que tienen los CFC en la capa de ozono en un artículo de 1974 que se publicó en la revista Nature. También señaló que a pesar de su uso generalizado en aire acondicionado y refrigeración, los CFC aún representan una amenaza para el medio ambiente, lo cual llevó a la acción internacional para proteger la capa de ozono.

Fue así que el 11 de octubre de 1995 la Real Academia Sueca de Ciencias anunció que el Premio Nobel de Química sería para el Doctor Mario Molina, Sherwood Rowland y Paul Crutzen quienes reforzaron su trabajo y evidenciaron el daño que hacían los gases a la capa de ozono.FOTO DE ARCHIVO. José Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química, asiste a la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Cancún Marzo 20, 2010. REUTERS/Gerardo GarciaFOTO DE ARCHIVO. José Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química, asiste a la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Cancún Marzo 20, 2010. REUTERS/Gerardo Garcia

Las contribuciones de Molina al campo de la química atmosférica y su defensa de la protección ambiental continúan inspirando a las futuras generaciones de científicos y legisladores. El legado de Mario Molina sirve como un recordatorio de la importancia crítica de la investigación científica para abordar los desafíos ambientales globales.

“Si trabajamos juntos, todos terminaremos teniendo un mundo mejor” Mario Molina.

Un mexicano que llevó al cuidado del medio ambiente

El legado de Mario Molina sirve como un recordatorio de la importancia crítica de la investigación científica para abordar los desafíos ambientales globales. Su trabajo ha sido reconocido y honrado por numerosas organizaciones, incluida la Medalla Presidencial de la Libertad, el Premio Tyler por Logros Ambientales y el premio Campeón de la Tierra del Programa Ambiental de las Naciones Unidas.Mario Molina (FOTO: @NobelPrize)Mario Molina (FOTO: @NobelPrize)

Su investigación científica y su defensa han contribuido significativamente al desarrollo de políticas y regulaciones ambientales internacionales, protegiendo no solo la capa de ozono, sino también la salud general del planeta y sus habitantes.

El trabajo y las contribuciones de Mario Molina a la comunidad científica siguen siendo una fuente de inspiración para científicos, legisladores e individuos comprometidos con la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible para el futuro de nuestro planeta.

Sus estudios innovadores y su apoyo a la protección del medio ambiente han tenido un profundo efecto tanto en la comunidad científica como en la sociedad en general. Gracias a las contribuciones del mexicano, las generaciones futuras estarán motivadas a realizar investigaciones científicas que promuevan tanto la salud humana como el medio ambiente.

Hasta ahora, se ha reducido hasta el 99% del consumo mundial de SAO y, como resultado, se anticipa una recuperación completa de la capa de ozono para el año 2060. Mario Molina falleció el 7 de octubre de 2020.

Fuente: Agencia Télam

Deja tu comentario