En los últimos 15 años se duplicaron las muertes de activistas ambientales a nivel mundial. El 70% de las muertes ocurridas entra 2014 y 2017 ocurrieron en Latinoamérica. De esta forma, nuestro continente lidera el ranking mundial de muertes de defensores y defensoras del ambiente.
Junio de 2019, asesinaron a José Luis Álvarez Flores, ecologista y defensor del santuario del mono saraguato en Tabasco, México. Julio de 2019, asesinaron a la ambientalista Nora Patricia López León en Chiapas. La bióloga era encargada del proyecto de reproducción de la guacamaya roja, en el Parque Ecoturístico Aluxes. Estas son las muertes más recientes. Con un mes de diferencia dos ambientalistas son asesinados en México. Los ejemplos sobran, siendo uno de los más emblemáticos el de Berta Cáceres, asesinada en Honduras en 2016.
Nuestro continente es uno de los más ricos y diversos en patrimonio natural. No es casual que históricamente todas las miradas han estado puestas en las riquezas contenidas en este vasto territorio. Sus bosques, recursos mineros, reservas de agua y tierras fértiles son una gran tentación para su explotación, la cual muchas veces ha provocado daños irreparables al ambiente y a las comunidades humanas. Debido a esto han surgido en todo el territorio movimientos que hacen frente a la explotación y aprovechamiento irrestricto que muchas veces se da en el continente. Los enfrentamientos entre estos grupos, los gobiernos y empresas son frecuentes y muchas veces movilizas a gran cantidad de personas a tomar acción y no en pocas oportunidades estas acciones han logrado frenar grandes negocios. En este contexto es inevitable que se produzcan conflictos ya que los intereses en juego son muy grandes.
Lamentablemente estos conflictos muchas veces terminan en tragedia y muerte para el lado más débil de la contienda. Los asesinatos de activistas ambientales son frecuentes en todo el mundo, pero según un estudio Latinoamérica lidera el ranking.
Entre el año 2002 y 2017 se registraron 1558 muertes de defensores y defensoras del ambiente en todo el mundo. 1171 de ellas tuvieron lugar en Latinoamérica. Estos datos se desprenden de un estudio realizado por científicos de las universidades de Queensland (Australia), Oxford y Sussex (Inglaterra). El mismo revela que estas muertes tienen como causa la violencia generada en conflictos por el acceso a recursos naturales como el agua, madera, suelo y minerales. Según la investigación, de los 16 países de América Latina que concentran dos tercios de las muertes, Brasil lidera la lista con 609 asesinatos, seguido por Colombia (164), Honduras (138), Perú (79), y México (66).
En un artículo publicado en el portal SciDevNet, Nathalie Butt, investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Queensland y líder del estudio, explicó que “la fuerte demanda de recursos naturales combinada con un débil estado de derecho convierte a Latinoamérica en una de las peores regiones del mundo en este tema”. Las cifras indican que en el periodo de tiempo estudiado las muertes se duplicaron, aunque la especialista señala que quizás lo que en realidad estemos viendo sea a consecuencia de un mejor acceso a la información. Según Butt “la falta de información es un problema en países con un estado de derecho débil. Aun así, podemos decir definitivamente que hay un gran aumento en la cantidad de muertes reportada, lo que puede ser un reflejo de la cifra real”.
La violencia y la muerte afecta a abogados, activistas, periodistas, miembros de movimientos sociales, ONGs y pueblos originarios de la región. Este último grupo se ve particularmente afectado por la explotación y el deterioro de los ambientes naturales. Latinoamérica tiene la mayor concentración de comunidades indígenas que con el avance de la agricultura, la minería o la ganadería muchas veces ven reducido su territorio y muchas veces son expulsados de regiones que han habitado por generaciones. Entre 2015 y 2017, al menos 121 activista indígenas fueron asesinados en el mundo. De esas muertes, 82 ocurrieron en América Latina, y Colombia, Nicaragua y México encabezan la lista.
Abel Sberna