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La unificación de China
De Renata Lerina Ferreira
Qué aburrida sería la vida si no fueran por los inventos, los avances y los intercambios culturales de los pueblos por todo el mundo. No sabemos cómo sería la vida si no hubiéramos aprendido del otro, pero seguro muchas cosas que nos parecen comunes y naturales no las conoceríamos.
Hay un hecho fundamental que sucedió en el pasado para que esos encuentros fueran posibles y se evolucionara culturalmente: los viajes y, claro, los viajeros.
Los primeros humanos eran nómades o sea, se desplazaban por determinado territorio en busca de frutos para recolectar o de animales para cazar. Con el descubrimiento de la agricultura y posteriormente el dominio de las técnicas del pastoreo para la crianza de animales, se fueron acomodando en lugares estratégicos, cerca de fuentes de agua dulce y con suelo fértil. Así surgieron las primeras ciudades que desarrollaron las primeras civilizaciones (los babilónicos y los sumerios del Mediterráneo), hace más de 10.000 años.
Nos demuestran lo registros arqueológicos que por este mismo período, en lo que llamamos hoy China, se desarrollaban las primeras culturas de la región. Esos pueblos también habían dominado el cultivo del suelo y la crianza de animales, construyendo sus pequeñas aldeas, las cuales se comunicaban entre sí. Así nace el germen de lo que vamos a conocer como el Imperio Chino.
En el enorme territorio que comprendía China se distribuían un número grande de grupos poblacionales que se parecían a pequeños reinados. Cada grupo tenía su propio rey, ejército y economía; creían en sus dioses, forjaban sus monedas y defendían sus fronteras. No es que no hubiera contacto entre ellos, pero todo era muy complicado, ya que siempre existía la sospecha de que un rey podría querer conquistar más territorios, siendo así una posible amenaza. Y fue con esta intención que uno de esos reyes empezó a invadir y conquistar todos los otros reinados. Del 230 a. C. al 220 a.C., Qin Shi Huang fue conquistando cada uno de sus enemigos hasta declararse el primer emperador de China. Esas batallas costaron la vida de muchos soldados y campesinos, pero lograron unificar un territorio inmenso, formando así un imperio rico, creativo y fuerte, listo para enfrentarse con potenciales enemigos externos.
Territorios anexados en 220 a.C.
Mapa de China actual
Lo más impresionante para nosotros que vivimos muchísimos años después de este proceso (unos 2.250 años) y bastante lejos de esta región (casi 19.000 km) es que muchas de las cosas que los chinos inventaron en ese entonces todavía hoy son usadas en el mundo: la pólvora, el papel moneda, la brújula, la imprenta, la porcelana y la seda, entre otras.
Renata Lerina Ferreira, máster en historia por la PUC de Rio Grande do Sul, docente de la UNTDF, y maestra en el colegio ¨Los cauquenes¨ de Río Grande.
