Foto de portada: Andrés Bonetti
Desde 2021, la provincia de Chubut celebra el Día de las Orcas. La fecha recuerda a “Mel”, una orca macho de Península Valdés que —junto a su familia— se volvieron conocidas mundialmente gracias a la espectacularidad de su estrategia alimenticia denominada varamiento intencional.
Fue el 16 de marzo de 2010 cuando, la orca más famosa del mundo, fue vista por última vez en el área protegida.
Su técnica de encallamiento, donde sus cuerpos quedan sobre la arena de la playa para capturar crías de lobos y elefantes marinos, es considerada por los naturalistas como una de las conductas predatorias más impresionantes de la vida salvaje en el planeta.
Siendo la mejor época para ver las orcas (en febrero, marzo y abril, ellas aprovechan el nacimiento de lobos y elefantes marinos), todos los años se realiza el lanzamiento de la Temporada Oficial de Orcas, donde además de los turistas, llegan a Península Valdés fotógrafos, documentalistas, científicos de todo el mundo hacen largas vigilias para disfrutarlas.
La pregunta obligada: “¿Lo vieron a Mel?”
“Mel” fue visto por primera vez en 1975, cuando era un macho joven que todavía no había desarrollado su aleta dorsal. Todos creyeron que era una hembra y lo llamaron “Melanie”.
“Mel” estaba siempre en compañía de “Bernardo”, quien le enseñó la técnica para cazar lobos. En un primer momento, se creyó que formaban una pareja, hasta que años más tarde, al alcanzar su madurez sexual, desarrolló la aleta dorsal. Entonces un estudio de ADN reveló que él y “Bernardo” eran hermanos y su nombre fue cambiado por “Mel”.
En 1976, en Río Negro, “Mel” y “Bernardo” fueron ametrallados frente a la lobería de Punta Bermeja y recibieron varios impactos de bala de guerra, uno de los cuales produjo una importante lesión en la aleta dorsal de “Mel”, y desde entonces se la veía notoriamente inclinada hacia su derecha.
En 1992 muere de “Bernardo”, y a “Mel” se lo observaba en la zona de Punta Norte cazando solo o acompañado por otras orcas. Pero desde el año 2006, se lo podía ver acompañado permanentemente por otro ejemplar que se estima era una hembra, a la que los niños de Puerto Pirámides bautizaron “Sol”.
Sobre la base de la fecha en que alcanzó su madurez sexual y desarrolló la aleta dorsal, se calcula que “Mel” tenía unos 51 años al momento de desaparecer de las zonas que solía frecuentar, lo cual indicaba que había alcanzado su expectativa de vida: entre cincuenta y sesenta años para los machos, y ochenta para las hembras.
En 2010, “fue el último registro del avistamiento de Mel. Sin duda fue la cazadora emblemática de Península Valdés, a aquellos que la conocimos y fotografiamos nos dejó un gran aprendizaje sobre la paciencia de la espera y de los tiempos de la naturaleza que no son los nuestros”, escribía Andrés Bonetti, el fotógrafo de naturaleza que registró las emblemáticas imágenes de la orca más famosa del mundo