LATITUD 55 SUR presenta una serie de artículos que parten de la investigación realizada para llevar a cabo la película documental homónima. Esta información no solo da la posibilidad de acercarse más al carácter histórico del lugar que la película buscaba retratar, sino que despierta sensaciones y sentimientos que, viniendo desde un lugar lejano en la historia, da dimensión de lo actual de ciertos temas, y por lo tanto de lo trascendentales que son.
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La Descomposición del tiempo
¿Cuánto pesa un botón? Se preguntó finalmente Orundellico.
Orundellico, nuestro protagonista yámana, no podría haber imaginado nunca los resultados del choque cultural que estaba por encarnar, a decir verdad nadie llegaría siquiera a comprenderlo.
Cuando Orundellico recibió la noticia de que semejante embarcación a vela navegaba las aguas de aquella región, no se sorprendió, pero sí se entusiasmó cuando su familia decidió ir a su encuentro. Ellos conocían mejor que nadie ese mar y no tardarían en llegar al barco europeo.
La incompatibilidad de los lenguajes hizo que la comunicación fuese inexistente, pero al fin y al cabo Fitz Roy y sus hombres, y Orundellico y su familia estaban allí, frente a frente. Un vicealmirante ingles y un joven indio canoero.
Se habló mucho sobre el secuestro de Orundellico, y cómo fue el momento que para la historia occidental paso a llamarse Jemmy Button. Pero pocos comentarían lo que iba a sucederles después… Fitz Roy se quitó un botón de su saco y lo entrego a los Yámanas a cambio del joven. Fue en ese momento, cuando el botón pasó de la fría mano inglesa a la firme mano yámana, que sucedió ese extraño hecho: El tiempo se detuvo. Pasado, presente y futuro deshicieron sus límites y todo existió al mismo tiempo. El yámana extendió su mano y fue en ese instante en donde comprendió que ya nada volvería a ser igual, la sociedad lo transformaría en J. Button.
¿Cómo el mero objeto de una chaqueta podría ser valorado como un pasaje a miles de años de civilización, a un mundo totalmente incomprensible y desconocido para ese indio de pelo largo y ralo?
Pudo verse en Inglaterra ya bautizado como Jemmy, vio a los otros Yámanas raptados que serían adoctrinados junto a él en las costumbres victorianas del siglo XIX, supo aprender el idioma inglés en un instante, supo asombrarse con los detalles del salón en el que conocerían a los reyes Guillermo IV y a Adelaida de Sajonia, las tasas de té, los cuchillos y tenedores, la incómoda y apretada ropa de gala. Pudo ver a sus dioses recibirlo de vuelta en su tierra, en sus mares.
Se vio al mismo tiempo almorzando con Fitz Roy, y asediando y asesinando un grupo de misioneros en un mismo lugar. Vio a un tal Allen Gardiner buscarlo cerca de la isla Picton. Presenció el momento en el que el vicealmirante estuvo a punto de cortarse la garganta frente al espejo.
Analizó el futuro. Se preguntó cómo su vida podía valer un botón. Vio morir a toda su familia, a sus compañeros raptados, a gran parte de su pueblo. Estuvo cuando sus historias finalmente desaparecieron, cuando sus dioses se escondieron bajo la tierra y el mar. Se preguntó por qué todo lo que brillaba en esta historia era ese botón, ese nombre: Jemmy Button.
La lógica nos indica que esta descomposición del tiempo puede haber durado siglos o un instante. Ya arriba del barco pudo verse a Orundellico con cara apesadumbrada y confundida…
Latitud 55 Sur
Fuente:
- “Cautivos de la civilización”, por Nick Hazlewood.
- “Allen Gardiner y los sonbríos comienzos de la acción civilizadora” por Lucas Potenze
Acerca de Latitud 55 Sur
LATITUD 55º SUR es una película que busca, a través de una canto poético, profundizar en aspectos que son escenciales de la Península Mitre. Contempla cómo se cifra la metáfora del destino del hombre en una Tierra Indómita, al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Una larga expedición a pie nos lleva a conocer este lugar al tiempo que nos presenta los testimonios de quienes se atrevieron a andar, vivir y morir en aquella comarca. Tiene como objetivo reproducir y compartir experiencias y sensaciones que calan debajo de la piel y de la memoria y que en cada uno despiertan realidades diversas y confluyentes.
