Infobae – Factores internos y externos se combinaron en el transcurso de pocos días y conmovieron los cimientos del esquema económico del Gobierno, hasta el punto de poner en serias dudas las chances de la continuidad política del proyecto de Cambiemos después de 2019.

El pasado martes, con una acción coordinada del Banco Central y el Ministerio de Finanzas, el Gobierno logró revertir la sangría de precios de los activos argentinos y ponerle en el corto plazo una barrera infranqueable al dólar.

La entidad que preside Federico Sturzenegger ofreció una postura de USD 5.000 millones a $25, cinco veces el volumen promedio de negocios en el mercado mayorista de las últimas ruedas, mientras que refrendó tasas de 40% anual en sus LEBAC.

A la par, el Ministerio de Finanzas colocó con éxito bonos en pesos a tasa fija por más de $73.000 millones (equivalentes a USD 3.000 millones). La llegada de divisas del exterior para aprovechar las elevadas tasas en moneda doméstica fue una señal muy potente para el mercado: todavía hay asistencia financiera al país de grandes fondos internacionales.

Mientras que el Central consiguió frenar al dólar a $25, luego la iniciativa del ministro Luis Caputo logró que bajara de precio. Fue una muestra de la coordinación que se le exigíaal ala económica del Gobierno y de la que adoleció desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri.

El Gobierno superó una crisis cambiaria, pero la política económica será ahora muy diferente: la turbulencia financiera de estos días dejó profundas heridas en el tejido económico y sepultó el esquema inicial planteado por Macri, de un ajuste gradual apalancado con endeudamiento hasta corregir las distorsiones heredadas. Ahora varió por otro, de un tipo de cambio alto -que implica mayor inflación-, para apurar la salida de la trampa de déficit gemelos -fiscal y de cuenta corriente-, que lastró la productividad del país en beneficio de la rentabilidad financiera.

“Con las medidas en marcha y un tipo de cambio más elevado, como el actual, el gasto público medido en dólares puede mostrar en 2018 una baja significativa, hasta un nivel más cercano a los ratios de 2011/12”, consideró un análisis del IERAL de la Fundación Mediterránea. Agregó que “esta crisis parece haber quedado encapsulada en el plano cambiario”, por cuanto “es factible que el nivel de actividad comience a recuperarse luego del previsible freno del segundo y tercer trimestre”.

El Gobierno vendió como un éxito lo ocurrido la semana pasada, pero los costos fueron muy altos.

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