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La brújula (罗盘 Luópán)
De Renata Lerina Ferreira
La brújula es un invento chino del siglo IX, que ha pasado por distintos cambios en pos de mejorarlo. Inicialmente se trataba de un objeto de metal imantado que flotaba en un plato con agua o en equilibrio pendular. Su función es la de orientar a los viajeros en mar abierto utilizando el magnetismo de la tierra, pues la aguja apunta siempre al norte geográfico de la tierra. Por una serie de fenómenos naturales, la tierra produce distintas direcciones de atracción en sus polos, que al paso de millones de años se van cambiando. En la actualidad la frecuencia de atracción está en el polo norte, siendo el polo sur una fuerza de rechazo.
No se sabe bien cómo los chinos llegaron a desarrollar tal instrumento, pero ya por el siglo I d. C. existen menciones en distintos textos chinos del magnetismo de la tierra. Necesitaron 800 años más aproximadamente para que este conocimiento fuera mejorado hasta llegar al invento de la brújula.
Antes, los navegantes debían orientarse por las estrellas, los planetas y el movimiento del sol y de la luna. Este sistema no era muy preciso, se necesitaba mucho conocimiento y existía la constante amenaza de que el cielo estuviera cubierto, haciendo que el viaje sea a ciegas bajo lluvias o tormentas. Para estas mediciones, el instrumento más conocido era el astrolabio, que era un compás que servía para calcular las distancias y aproximaciones entre los cuerpos celestes.
Fue a partir de la ruta de la seda que la brújula llegó, primero, a medio oriente (Turquía y Arabia) para después surgir en Europa, transformándose en el aliado número uno de los navegantes. ¿Hubiera llegado a América Colón sin una brújula?
El avance más notable en el diseño del instrumento fue la incorporación de la rosa de los vientos. Este símbolo se encarga de representar los cuatro puntos cardenales y las direcciones de los vientos que los atraviesan. Se originó en el siglo XIII, en Marruecos, y en seguida los chinos lo adoptaron y reinterpretaron. La brújula se transformó en un instrumento imprescindible para enfrentarse a los vastos mares.
De una aguja flotando en un plato con agua a instrumentos de precisión satelital, mucho conocimiento se utilizó para que hoy se pueda mapear el mundo de forma tan detallada. Muchas culturas dieron su aporte para que este proceso pudiera ocurrir, y rastrear la historia de los inventos más importantes para la humanidad es un camino complejo de seguir. Por suerte, tenemos una brújula en las manos para guiarnos.
Renata Lerina Ferreira, master en historia por la PUC de Rio Grande do Sul, docente de la UNTDF, maestra en el colegio ¨Los cauquenes¨ de Río Grande.
