Una de las cuatro ballenas francas identificadas en las costas sudafricanas en octubre de 2021, ha cruzado el Atlántico Sur y actualmente se encuentra en la plataforma Patagónica, en un viaje de más de 10000 km.
El monitoreo satelital con el que se dotó al animal había dejado de transmitir el 14 de diciembre, y volvió a estar en línea este martes, mostrando el increíble viaje de ella con su cría.

Este trabajo se está llevando a cabo en colaboración con Alexandre Zerbini y Amy Bader Kennedy del Instituto Cooperativo de Estudios del Clima, Oceánico y Ecosistema National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)
La financiación para este proyecto de investigación fue proporcionada por el Instituto Aqualie (Brasil) y la Unidad MRI Whale.
El programa
Investigadores de la Unidad de Ballenas MRI han desplegado transmisores satelitales en cuatro ballenas francas australes hembras adultas, lo que les permite investigar en detalle el comportamiento de migración y alimentación. Esta investigación es de suma importancia considerando los cambios drásticos que se han observado en la migración, reproducción y condición corporal de la ballena franca austral en los últimos 10 años. Es muy probable que estos cambios se deban a una menor disponibilidad de presas en el Océano Austral debido al cambio climático.

La población de ballenas francas australes que se reproduce en la costa sudafricana ha sido monitoreada por la Unidad de Ballenas durante los últimos 42 años. Esta investigación ha destacado los cambios en la población en la última década, incluida una disminución significativa del éxito reproductivo y la condición corporal (o “gordura”), y un cambio en el comportamiento de alimentación y migración, todo lo cual ha resultado en un menor número de ballenas francas australes. ser visto en nuestras costas.
La principal fuente de alimento para las ballenas francas australes hambrientas se encuentra a miles de kilómetros de donde amamantan a sus crías, lo que significa que su migración y parto exitosos dependen de que encuentren suficiente comida durante los meses de verano en el Océano Antártico para poder acumular suficiente alimento. reservas de grasa para que puedan migrar y parir con éxito.