Los llamados “Productos Químicos para Siempre” aparecen por todas partes. Los usamos, limpiamos nuestras casas con ellos, cocinamos con ellos y, según un nuevo estudio, incluso nos higienizamos con ellos.

El informe, publicado esta semana en Environmental Science & Technology Letters, encontró evidencia de productos químicos perfluorados o polifluorados, también conocidos como PFAS, en el papel higiénico. Un equipo académico dirigido por investigadores de la Universidad de Florida concluyó que el elemento básico del baño podría ser una fuente de estos químicos que ingresa a los sisntemas de tratamiento de aguas residuales de modo universal.

PFAS, químicos eternos
Como pasa frecuentemente en la química, los nombre propios parecen jeroglíficos o trabalenguas. Ejemplo: “diéster de fosfato de fluorotelómero” (diPAP 6:2 para los conocidos). Por eso, en la divulgación, se elige darle nombres accesibles, no siempre del todo precisos, como “Químicos Para Siempre” o, abreviando el nombre genérico de perfluoralquilos, PFAS. Así se conoce a una gran familia.

Grande, muy grande: la OCDE reconoce por lo menos 4730 PFAS diferentes pero PubChem registra ¡unos 6 millones de moléculas!

Y como pasa siempre, en la mayor virtud está el mayor defecto. La principal característica de los PFAS es que son moléculas muy resistentes, muy poco reactivas, inertes frente a otras substancias.

Esta característica es gran virtud si se quiere resistir altas temperaturas, el contacto con bases o ácidos fuertes o la exposición a otras moléculas reactivas. Por ejemplo si se requiere una superficie inerte y poco reactiva, como en una sartén o también si se quiere evitar que los papeles se humedezcan o engrasen. Y así en infinitas aplicaciones industriales.

Pero es gran defecto si se comprende que ,como se degradan muy lentamente, una vez cumplida su función tenderán a acumularse en el ambiente o en los organismos.

Desde que se comenzaron a fabricar en 1948 ya se han acumulado cantidades suficientes para contaminar aguas, campos, organismos.

Y ya se sabe, sustancia artificial que se acumula en el organismo, seguramente será perjudicial para la salud. Los PFAS no son la excepción y ya se han demostrado algunos riesgos probables y otros muy ciertos.

En la intimidad de 3 continentes
Para el estudio, los investigadores analizaron muestras de papel higiénico de cuatro regiones (África, América del Norte, América del Sur y Central y Europa Occidental) entre noviembre de 2021 y agosto de 2022. Detectaron seis tipos de PFAS en las muestras de papel higiénico y dijeron que uno en particular, el diPAP 6:2 que mencionábamos al comienzo de este artículo, fue especialmente prevalente. Ninguna marca se destacó por tener concentraciones más altas de estos agentes químicos.

La absorción cutánea de estas substancias es relativamente baja y los investigadores de la Universidad de Florida no analizaron los riesgos para la salud en este trabajo. Pero en cambio correlacionaron sus hallazgos con la presencia diPAP 6:2 registradas en análisis existentes de muestras de aguas residuales en seis países.

De hecho, estiman en el estudio que el papel higiénico contribuiría con entre 6 y 80 μg por persona y por año de diPAP 6:2 a los sistemas de aguas residuales y sugieren que el papel higiénico debe considerarse como una fuente potencialmente importante de PFAS que ingresa a los sistemas de tratamiento de aguas residuales en todo el mundo.

En el artículo de Bloomberg sobre el tema Jake Thompson, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en ingeniería ambiental en la Universidad de Florida dijo: “No quiero que la conclusión sea que todos deben dejar de usar papel higiénico pero tenemos que pensar cómo podemos limitar el uso de PFAS en una amplia gama de productos”.

Fuente: Noticias Ambientales

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