En dos semanas de navegación, el rompehielos Arctic Sunrise de la ONG busca recolectar información respecto de la manera en que la salmonicultura está afectando las aguas de Magallanes.
El barco rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace desarrolló una serie de actividades de investigación, documentación y denuncia en las aguas de la Patagonia chilena para alertar respecto de las amenazas medioambientales que están afectando los mares de esa parte del sur de Chile.
La directora de campañas de Greenpeace Andino, Amanda Starbuck,  explicó que “existe una creciente atención internacional por lo que está sucediendo en los mares de la Patagonia chilena. Sabemos que la industria del salmón quiere expandir sus operaciones en esta zona y así lo hemos comprobado estos días al ver instalaciones salmoneras dentro de parques nacionales. Es una situación muy preocupante”.
Paso Froward fue el primer punto de llegada en las dos semanas de navegación que tiene programada la embarcación. En ese lugar, un robot comandado a distancia que busca documentar el estado de los mares australes descendió en los alrededores de un centro salmonero perteneciente a la empresa Nova Austral.
La instalación, emplazada en el Parque Nacional Alberto de Agostini -hogar de delfines, ballenas y 49 especies de aves- estaba siendo sometida a labores de mantención para traer nuevas jaulas y hacer nuevamente operativo el centro.
El siguiente punto de detención del Arctic Sunrise fue en el golfo Xoltegua, donde el oceanógrafo chileno Ernesto Molina bajó varios equipos junto las instalaciones de una salmonera de la empresa Australis a fin de recolectar datos que ayuden a formar una idea respecto de la “salud ambiental” de estas aguas patagónicas.
El recorrido del rompehielos continuará durante varios días en compañía de varios medios internacionales interesados en conocer de qué manera la industria del salmón está amenazando medioambientalmente uno de los destinos preferidos de los turistas que llegan al país.
Fuente: Prensa Antártica
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