El Gobierno aceptó modificar la fórmula de actualización de las jubilaciones y logró así avanzar con la reforma previsional, que obtuvo dictamen ayer en dos comisiones del Senado y quedó en condiciones de ser discutida la semana próxima en el recinto de la Cámara alta.
La iniciativa fue avalada ayer por una decena de gobernadores -sólo se opuso el peronista Alberto Rodríguez Saá, de San Luis-, que concurrieron al Senado para respaldar los cambios en el régimen previsional y los proyectos de responsabilidad y consenso fiscal que firmaron con el gobierno de Mauricio Macri la semana pasada.
El cálculo para el aumento de las jubilaciones seguirá siendo trimestral, como proponía la iniciativa, pero se hará a partir de una fórmula que integrará la variación de precios al consumidor y el índice Ripte, que mide la variación de los salarios de los trabajadores activos, en una proporción de 70/30, respectivamente.
El texto original establecía la inflación como única variable.
La propuesta la hizo el jefe de la mayoría peronista, Miguel Pichetto (Río Negro), quien planteó el cambio cono condición ineludible para que su bancada, de la que depende Cambiemos para sancionar leyes en el Senado, apoyara el proyecto.
En la reunión también se encontraban los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; de Trabajo, Jorge Triaca, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, invitados a defender los proyectos ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo.
Tras una breve consulta entre los dos últimos funcionarios, el Gobierno terminó aceptando la propuesta del PJ. “La propuesta del Gobierno es muy pobre, muy mala”, afirmó Pichetto, quien hizo especial hincapié en el plus anual, calculado sobre la base del crecimiento del PBI, que contenía la iniciativa. “Hay que salir de la fórmula de ajuste por PBI porque nadie la entiende y porque es ínfimo” su resultado.