La mayoría de las personas piensa que es lo suficientemente inteligente como para detectar un spam o un fraude digital a tiempo, pero lo cierto es que los estafadores suelen salirse con la suya. Según la Interpol, una de las técnicas de ingeniería social que más usan los hackers para manipular es el smishing (también escrito como SMiSing).

Se trata del uso del pishing -métodos de engaño para obtener información personal confidencial o estafar a alguien- pero a través de mensajes cortos de celular en lugar de correos electrónicos. Apareció en 2008, pero los expertos dicen que ha aumentado en los últimos años, no sólo a través de mensajes de texto SMS –ya casi en desuso-, sino en aplicaciones de mensajería como WhatsApp.

Este fraude funciona enviando mensajes que manipulan y tienden trampas a las víctimas para que hagan clic en enlaces falsos. A veces, los atacantes les piden a los usuarios que visiten una página web en la que tienen que completar una serie de formularios y revelar datos personales, incluidos los números de la tarjeta de crédito y contraseñas. Otras veces, los instan a que llamen a un número de teléfono para hablar con ellos personalmente y que la persuasión para ceder los datos sea mayor.

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