Infobae – Las palabras del arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, retumbaron en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Sentados en los bancos estaban los familiares de los familiares de las víctimas de la tragedia de Cromañón. Una década y media después de la noche que quedó grabada en la historia de la Argentina. “Se cumplen 15 años después de la peor noche. Venimos para buscar el consuelo de de Dios. Nos une la confianza en Dios. Nos une la experiencia del horror. Nos une la indolencia de la corrupción”, dijo el sacerdote.
Al mismo tiempo, un grupo de familiares se unía en el barrio de Once, a pocas cuadras del boliche, para recordar a los muertos que dejó dejó el incendio. Con carteles, con remeras, con el dolor encima.
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