A lo largo de diez días de navegación, el buque de la Armada Argentina cumplió con los ajustes y adiestramientos necesarios de cara a la próxima Campaña Antártica de Verano.

Con el arribo del rompehielos ARA “Almirante Irízar” al puerto de Buenos Aires, se dieron por finalizadas las pruebas de máquinas. Las mismas apuntaron a calibrar los equipos de la unidad, buscando así corroborar su buen funcionamiento, verificar parámetros y asegurar una operación óptima y eficiente en la Antártida.

De esta manera se actualizaron dispositivos VIT (variador de tiempo de inyección) de los motores que contribuyen a disminuir la contaminación ambiental y mejorar el consumo de combustible; se efectuaron pruebas con generadores principales y auxiliares de velocidad; y de parámetros de equipos, comprobando el buen funcionamiento de todos los motores y sistemas de propulsión.

También se realizó la prueba denominada “Crash-Stop” a través de la cual se generó la condición del buque navegando a máxima velocidad, aplicando luego una orden de frenado lo más rápido posible para constatar el tiempo transcurrido desde que se aplicó la orden hasta que el buque alcanzó velocidad cero y la distancia recorrida en el mismo, continuando después hasta alcanzar la máxima velocidad y tomar el tiempo final.

Además, se simuló un corte general de la alimentación principal para verificar el arranque completo de los equipos de emergencia de manera automática y el restablecimiento a la condición previa a dicha simulación. Por último, se plantearon pruebas con los sistemas de burbujeo y trimado, utilizados para simplificar la navegación cuando el buque se encuentra en zonas de campo de hielo muy compacto.

Los resultados son positivos. Estas pruebas nos permitieron constatar que todo el trabajo que se hizo durante el año para alistar el buque en los departamentos y equipos que intervienen, sumado al alistamiento del personal nuevo, fue óptimo”, destacó el Jefe de Propulsión del rompehielos, Teniente de Navío Abel Kerps.

Adiestramiento general

Sumado a las tareas específicas que se previeron desde el Departamento Máquinas, las pruebas también incluyeron diversos ejercicios generales orientados a ajustar roles en toda la dotación. Así fue que se desarrollaron adiestramiento en técnicas de abandono, roles de lucha contra incendio y de señales lumínicas.

También se concretaron actividades junto a aeronaves Fennec y Sea King de la Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros de la Armada Argentina y un Bell 212 perteneciente a la VII Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina.

Por último, el domingo se realizó un adiestramiento junto al aviso polar ARA “Bahía Agradable”, que permitió probar de manera satisfactoria el guinche de remolque del rompehielos.

“Fueron días de mucha actividad en los que se pudieron hacer todas las pruebas que teníamos previstas. El resultado es muy positivo: hemos ajustado roles, pero también logrado un sentido de pertenencia a la unidad, un espíritu de buque que se consiguió trabajando en equipo, aportando valor agregado, cuidándonos con distanciamiento físico y elementos de protección personal, y compenetrándonos de que esta prueba previa a la Campaña Antártica es para todos y por todos, con el firme objetivo de cumplir nuestra misión”, resaltó el Comandante del “Irízar”, Capitán de Navío Claudio Carlos Musso Soler.

Fuente: Gaceta Marinera

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