El Glaciar Totten, con un tamaño similar al de Francia, amenaza desde hace unos años con derretirse. Ubicado en la Antártida, tiene un área flotando en el océano mayor de lo que se pensaba anteriormente, lo que aumenta los temores de que se derrita más rápido a medida que el clima se calienta y, en consecuencia, aumente el nivel del mar.
Un equipo de investigadores de la División Antártica Australiana, el Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania (Australia) y la Universidad Central de Washington (Estados Unidos), pasaron el verano pasado estudiando el glaciar Totten.
El glaciólogo Ben Galton-Fenzi, que dirigió el estudio, indica que hasta ahora los científicos pensaban que el glaciar Totten se apoyaba en el lecho rocoso de la Antártida.
Paul Winberry, de la Universidad Central de Washington, recalca que la sismología permitió a los investigadores determinar la estructura terrestre bajo la superficie del glaciar: “Se utilizó una onda sísmica generada por un martillo para ‘ver’ a través de un par de kilómetros de hielo. En algunos lugares que pensábamos que estaban sobre tierra detectamos océano debajo, lo que indica que el glaciar está flotando”, añade.
Winberry subraya que “hay más superficie de este glaciar flotando en un océano que se está calentando, eso puede ayudar a explicar los periodos recientes de derretimiento y flujo acelerados en la Antártida”.
Galton-Fenzi recalca que este glaciar contiene suficiente hielo para elevar los niveles del mar en tres metros si se derrite en su totalidad. “Desde el siglo XX, el nivel mundial del mar ha aumentado en unos 20 centímetros y para finales de siglo se prevé que suba hasta en un metro o más, pero esto está sujeto a una gran incertidumbre, por lo que es importante estudiar glaciares como el Totten”, indicó.
“Estas mediciones precisas del glaciar Totten son vitales para analizar los cambios y comprenderlos en el contexto de las variaciones naturales, y la investigación es un paso importante para evaluar el posible impacto en el nivel del mar en varios escenarios futuros”, agregó.
Este hallazgo destaca porque algunos estudios recientes habían demostrado que la zona vulnerable del glaciar Totten ya estaba siendo erosionada por el agua salada y cálida que fluye cientos de kilómetros tierra adentro después de atravesar por ‘pasarelas’ submarinas. Al hacerlo, aumenta la parte del glaciar que descansa sobre el agua en lugar de la roca y esto acelera el ritmo de derretimiento.
Los glaciares son enormes cuerpos de hielo denso que se mueven lentamente por valles, montañas y laderas bajo su propio peso durante muchos siglos, esculpiendo la tierra a medida que avanzan. Son los reservorios de la gran mayoría del agua dulce de la Tierra y los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar cuando se derriten.
Según la NASA, la Antártida perdió 125 gigatoneladas de hielo por año entre 2002 y 2016, lo que provocó que los niveles del mar en todo el mundo aumentaran en 0,35 milímetros anuales.
Cabre agregar que un estudio realizado en 2016 por la Imperial College de Londres junto a instituciones científicas de Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. reveló que el deshielo del glaciar Tottem, el más grande de la Antártica, podría elevar casi tres metros el nivel del mar, aunque indicó que el aumento podría llegar a los 11 metros.
Silvana Minué

También te puede interesar: “Glaciares de Tierra del Fuego, entrevista con Rodolfo Iturraspe”
Deja tu comentario