La velocidad de actualización de Android, el sistema operativo más popular del mundo, está trayendo inconvenientes para los usuarios de celulares que no se actualizan, y quedan atrás u obsoletos.
La web ComputerHoy. com publicó que más del 50% de estos teléfonos usan versiones de Android que llegan hasta la 5.1, y que hoy prácticamente ya no sirven.
Google, por lo pronto, presentó hace poco la nueva versión del sistema operativo, la 8.0. A la hora de marcar a los responsables de la no actualización de muchos dispositivos, no queda más solución que culpar a los fabricantes.
Google puede darse mucha prisa para publicar nuevas versiones de su sistema operativo, pero al final está en manos de las marcas para que éstas lleguen a los usuarios.
Samsung, Huawei, Xiaomi y otras hacen de intermediarios entre el desarrollador de Android y el usuario.
El proceso funciona de la siguiente forma: Google publica la versión oficial de Android, que llega a los fabricantes. Estos la modifican y adaptan creando lo que llaman “capa de personalización”, plenamente compatible con sus dispositivos.
Finalmente la publican y actualizan sus móviles y tablets.
Este ciclo puede llegar a tardar años, y retrasan la actualización hasta el límite.
Generalmente cuando un teléfono puede ser actualizado, ya hay versiones más modernas del mismo, por lo que el usuario prefiere comprar a actualizar.