Días atrás se produjo un desprendimiento de rocas sobre el Glaciar Martial, un fenómeno normal que llamó la atención de los habitantes de Ushuaia mucho más que lo habitual. EL ROMPEHIELOS dialogó con la investigadora y vicedirectora del CADIC Andrea Coronato para conocer detalles de lo sucedido en el glaciar. Asimismo, la investigadora explicó la situación del centro en relación al aislamiento social preventivo y obligatorio.
Los primeros días de abril algo llamó la atención de los habitantes de Ushuaia. Algo había cambiado en el paisaje habitual. No tardaron en aparecer las publicaciones en redes sociales con fotos del “murciélago” (forma en que se conoce popularmente al Glaciar Martial Este, debido a que su forma recuerda a la de dicho animal) cubierto de rocas. Se trataba de un deslizamiento producto de un desprendimiento de rocas ocurrido en la pared rocosa ubicada por encima del glaciar.

Foto: Julio Sergio Navarro
El fenómeno llamó mucho la atención y no tardaron en llegar las consultas a la institución de referencia científica local, el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC). “El proceso fue muy notable desde la ciudad y creo que el hecho de que haya mucha gente en sus casas, en un estado más reflexivo y de contemplación de la naturaleza que nos rodea, libre de las corridas diarias, de los horarios y de las agendas personales, permitió que la sociedad pueda hacer esta observación” explica la investigadora Andrea Coronato, vicedirectora del CADIC, quien junto a otros profesionales elaboraron un documento que responde a las inquietudes de la población explicando de qué se trataba la mancha oscura sobre el Martial. “Hemos recibido muchas consultas y fotografías y gracias a nuestra experiencia de campo de más de 30 años de trabajo en esta región pudimos explicar el fenómeno” aclara Coronato.
La reacción frente a este fenómeno pone en evidencia el cambio profundo en las circunstancias de vida actuales en nuestra comunidad debido al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que, debido a la pandemia, nos mantiene a la gran mayoría en nuestras casas y con mucho tiempo libre y la posibilidad de prestar atención a cosas que son normales en la naturaleza que nos rodea pero que por lo general pasan desapercibidas para el común de la sociedad.
Según Coronato y su equipo, estos fenómenos son muy activos y comunes en zonas de montaña y en nuestra Cordillera Fueguina podemos encontrar múltiples ejemplos debido a las importantes modificaciones que producen sobre la superficie de las laderas. “Los fenómenos o procesos de remoción en masa, es decir la caída y deslizamiento de rocas o partes de roca por acción de la gravedad ocurren ante diversas causas, una de ellas son los cambios meteorológicos de elementos como la temperatura o la disponibilidad de agua o nieve, lo cuales repercuten en los ambientes rocosos” explica Coronato.
En la actualidad, con la gran preocupación que genera en la sociedad la crisis climática, en especial en regiones como las nuestras donde abundan los glaciares, muchas personas se preguntan si este fenómeno tiene relación con el aumento de las temperaturas y si tendrá algún impacto sobre el derretimiento del glaciar.
En relación a esto, Coronato explica que “de acuerdo al clima general de una región existen algunos tipos de procesos gravitatorios, mientras que en otras regiones existen otros. Con nuestro clima templado y húmedo, los procesos más frecuentes son los deslizamientos de roca y tierra y los deslizamiento de nieve. El cambio climático global podría provocar que los procesos naturales de un lugar no ocurran y en su lugar ocurran otros, pero este no sería el caso. La caída de estas rocas no tiene que ver con el cambio climático global sino con procesos atmosféricos que ocurren normalmente bajo las condiciones del tipo de clima de nuestra región”. Asimismo la investigadora aclara que este deslizamiento de rocas sobre el glaciar no tendrá ninguna influencia sobre su derretimiento. “Al contrario de influir en su derretimiento, diría que esta mancha de detritos sobre el hielo impide en parte su sublimación porque lo protege de la radiación solar” concluye.

Foto: Luis Díaz Balocchi
El CADIC y los glaciares
El CADIC, institución que recientemente celebró sus 51 años de existencia, lleva adelante numerosas investigaciones relacionadas con el entorno natural de la región. En relación a los glaciares, Coronato explica que “desde hace muchos años realizamos investigaciones acerca del impacto que tuvieron los glaciares que estuvieron en el pasado geológico reciente, es decir cuando en Tierra del Fuego había otras condiciones climáticas, condiciones frías muy distintas a las actuales”. Según la investigadora, estos estudios permiten “evaluar su impacto sobre la superficie de la tierra, en el modelado y generación de nuevo relieve, y el impacto que tuvo la deglaciación en la recuperación de los ambientes naturales”. Si bien en el CADIC no se llevan adelante estudios sobre los glaciares actuales, el interés mostrado por la sociedad frente al desprendimiento sobre el Martial, motivó a que se realicen observaciones de las numerosas fotografías existentes para poder brindar una explicación científica de lo sucedido.
Ciencia en “cuarentena”
El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio impuesto por las autoridades nacionales para prevenir el contagio de coronavirus en la sociedad es una medida muy importante y necesaria, pero ha tenido repercusiones en la mayoría de las actividades que se desarrollan con normalidad en la sociedad, y la ciencia no ha quedado al margen. “Debido al aislamiento social preventivo y obligatorio el CADIC permanece cerrado. Solamente se están continuando tareas de investigación referidas a experimentos en curso. Es decir experimentaciones que ya se habían comenzado antes del día 16 de marzo. Esas experimentaciones son trabajos que se hacen en bioterios o laboratorios donde hay distintos procesos físicos y químicos que dependen de una secuencia de tiempo. Se está trabajando en eso con el permiso de las autoridad del CONICET” explica Coronato, y agrega que “los demás proyectos están parados en sus actividades de campo o aquellas de laboratorio que tenían que comenzar. Los investigadores, los becarios y el personal técnico-administrativo estamos trabajando desde nuestras casas en función de todo aquello que podamos hacer mediante la tecnología. Estamos aprovechando este momento para hacer trabajos que demandan mucha reflexión, como ser la escritura y confección de publicaciones. También se está trabajando desde el hogar en tareas administrativas”.

Foto: Abel Sberna
El cese de actividades también ha repercutido en el acceso de nuevos investigadores que debían incorporarse al CADIC. Según Coronato “El primero de abril tenían que ingresar alrededor de 10 becarios y algunos investigadores de planta a sus cargos, pero como todos los plazos administrativos del CONICET están suspendidos, estos nuevos empleados deberán esperar a que se restablezca la posibilidad de trabajar”.
La pandemia de coronavirus está ocasionando un gran impacto en la sociedad y representará un gran desafío para todos y todas a la hora de retomar las actividades que quedaron suspendidas. Será necesario replantearse muchas cosas, asumir perdidas y daños, y continuar adelante. “Luego del aislamiento se retomarán los trabajos pendientes, pero lamentablemente algunas experiencias han caído y vamos a tener que replantearlas, algunos monitoreos de campo no se han podido hacer porque no hay permiso para circular. Pero nos re organizaremos para que los planes de trabajo puedan ser continuados de la mejor manera posible” concluye Coronato.
Abel Sberna
Imágen de portada: Abel Sberna
