EL ROMPEHIELOS presenta el ciclo Mitologías fueguinas.

Los días domingos y los miércoles publicaremos las apasionantes leyendas del pueblo selk’nam y del pueblo yámana.

Cultura yámana: El descubrimiento del fuego

Los Yoalosh llegaron con las primeras familias que poblaron la tierra yagán. Eran reconocidos porque inventaron armas para cazar y sacrificar animales, y distintas herramientas vitales para los antiguos yámana. También establecieron costumbres y enseñaron formas de comportarse, de trabajar el cuero y de aprovechar la carne.

Los dos hermanos varones fueron muy inteligentes y unos hábiles creadores. El Yoalosh menor superaba a su hermano, pero la hermana mayor era la más inteligente de todos. Ellos tres tenían dos hermanas que nadie recuerda. En otras leyendas se menciona a la madre, pero nunca dicen nada del padre.

Un día, el mayor de los Yoalosh estaba golpeando unas rocas. De repente, vio que del choque de las rocas nacían chispas. Siguió golpeando hasta que una chispa cayó sobre unas cortezas secas. Empezó a salir humo y luego una pequeña llama. Así nació el primer fuego. Colocó unas ramas encima de las llamas y el fuego creció para calentar con más fuerza. Comprobó que era muy agradable estar sentado al lado del fuego; que incluso sería muy cómodo dormir a su abrigo en las frías noches fueguinas. El fuego ayudaba a secar las pieles, a cocinar las carnes y a darle forma a las cortezas con las que se hacían las canoas.

Pensó que era tan bueno que debería arder continuamente para que los hombres siempre puedan usarlo y no sufrir encendiéndolo cuando se apagara, ni tener que estar alimentándolo con madera todo el tiempo.

Cuando el menor de los Yoalosh escuchó lo que su hermano pensaba, no estaba para nada de acuerdo. ¡Los hombres debían esforzarse y trabajar! Cada uno debía cuidar su fuego y encenderlo si había permitido que se apague.

Removió con una vara las brasas, y el fuego que había hecho su hermano, se apagó.

Desde entonces todo fuego que no sea cuidado con esmero, se apaga.

Los Yoalosh enseñaron a los hombres a encender y a mantener el fuego. El poderoso y frágil fuego que da calor a las familias, que acompaña las leyendas y embruja la mirada de los hombres.


Los primeros fueguinos, como hizo siempre toda la humanidad, han narrado el origen de su mundo, han elaborado ideas sobre la vida y la muerte, sobre la moral y las costumbres, han creado historias para contar los poderes de sus dioses y las hazañas de sus héroes, han desarrollado una rica mitología para explicarse a ellos mismos de dónde venían y quiénes eran.

Estas son historias que desde tiempos antiguos han servido para dar apoyo y enriquecer a los hombres y a las mujeres que se enfrentan a la experiencia de estar vivos.

Las leyendas que entretejían los ancianos frente al fuego, hoy llegan recreadas por la sobria pluma de Fede Rodríguez y los mágicos pinceles de Omar Hirsig.

Dejá que las Mitologías fueguinas te atrapen.

Fede Rodríguez
Ilustración: Omar Hirsig

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