En el Parque Patagonia, el Cañadón Caracoles se impone como un destino natural para los escaladores. Con su terreno salvaje y su estratégica ubicación, este cañadón patagónico ofrece una experiencia única, en la que el desafío y el entorno se fusionan.

El Cañadón Caracoles, en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, se destaca como uno de los sitios con mayor potencial para la escalada en Argentina. Rodeado de la inmensidad de la estepa, el cañadón invita a los aventureros y escaladores a conocer sus grandes paredones.

“Caracoles es emblemático en la región. Tiene paredes que desafían desde principiantes hasta los más experimentados en una atmósfera que te hace sentir parte del lugar”, describe Juan Carlos “Pako” Sepúlveda, referente del Club Andino Pari Aike.

Ubicado a 90 km al sur de Perito Moreno y 40 km al norte del paraje de Bajo Caracolesse accede por la RN 40 y el acceso a Cueva de las Manos o por la RP 97 desde Bajo Caracoles. El paisaje que rodea estos caminos, suman un atractivo adicional a la experiencia de quienes viajan desde distintos puntos del país para escalar en sus paredes.

El horario de ingreso al Portal Cañadón Caracoles de 9 a 19 hs y se debe registrar en el Centro de informes de la entrada.

Para los escaladores, el sitio es ideal para quienes buscan una conexión directa con la naturaleza, en un entorno salvaje. “Es un lugar con características únicas, donde la escalada y el campamento son una aventura completa”, comenta Pako. 

El área cuenta con 10 lugares de acampe y baños secos. Se recomienda llevar agua y comida para pasar el día o acampar.

El Cañadón Caracoles, además de ser un espacio de escalada, es también un paraíso que invita a ser recorrido en toda su longitud. Desde el ingreso al Portal Cañadón Caracoles, se pueden recorrer por el cauce de Cañadón hasta la confluencia con el Cañadón Pinturas. Son 12 km de trekking de baja dificultad en un entorno majestuoso y agreste y con la posibilidad de ver guanacos, chinchillones y cóndores.

El Club Andino Pari Aike nació formalmente en 2020, luego de años de actividad informal entre aficionados a la escalada. “Empezamos como el Grupo del Nido, en honor a una piedra de escalada local con ese nombre”, recuerda Sepúlveda, señalando cómo aprovecharon la apertura de acceso a la Cueva de las Manos para explorar la zona y descubrir el Cañadón Caracoles.

La exploración y el trabajo constante dieron paso a la construcción de rutas de escalada y a la necesidad de consolidar la actividad en un marco formal, lo que impulsó la creación del club.

Desde el Club Andino Pari Aike, sus integrantes están comprometidos en hacer de este cañadón y de la región de Perito Moreno un punto de referencia para la escalada en Patagonia.

“Queremos que Caracoles se convierta en un lugar para quienes buscan experimentar algo único. Además, estamos trabajando para un lugar, un espacio físico que tenga palestra de escalada en Perito Moreno para que la gente pueda entrenar todos los días y prepararse adecuadamente para ir al Cañadón”, cuenta.

Quienes estén interesados en sumarse a las salidas o conocer más sobre el proyecto pueden contactar al Club Andino Pari Aike a través de sus redes sociales, donde comparten novedades y la programación de actividades: @clubandinopariaike

Cañadón Caracoles va camino a convertirse en un destino codiciado para quienes buscan una experiencia completa y desafiante, en un rincón inigualable de la Patagonia.

El Rompehielos

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