El siguiente texto fue recopilado por Roberto Chenú en la publicación ¨Fañanito – Relatos Breves Fueguinos¨ (2006). En el mismo, la reconocida bióloga Rae Natalie Prosser de Goodall cuenta cómo empezó a interesarse por los delfines de las aguas fueguinas.

En 1971 recibí mi primera beca de la National Geographic Society, compré una camioneta Ford roja y con mi primer asistente y dos hijas pequeñas comenzamos a recolectar plantas por toda la isla. Caminando por la playa junté unos pocos cráneos de delfines, pero como no sabía nada de esas cosas, lo único que hice fue guardarlos. Pocos años más tarde, científicos que vinieron de visita, los identificaron y me explicaron lo raro que eran. “Solo se han encontrado ocho especímenes de marsopas de anteojos y aún menos de delfines australes, tal vez se conozcan de 12 a 15 delfines lisos del sur, 25 toninas overas… Este es el séptimo espécimen de delfín picudo de Héctor en el mundo y tú tienes por lo menos un espécimen de cada uno de los cinco géneros de la rara familia de los zifios”.

Para entonces yo ya había trepado 27 montañas, recorrido llanuras e islas buscando plantas raras, tenía unos 5.000 especímenes de plantas y docenas de dibujos. Me estaba empezando a aburrir, ya que es difícil mantenerse inspirada cuando se trabaja sola, a cientos de kilómetros de distancia de los centros universitarios.

Evidentemente, Tierra del Fuego era un buen lugar para buscar cetáceos raros y de a poco, fui dirigiendo mi atención hacia las playas. Esto implicaba empezar de nuevo, adquirir literatura, leer, estudiar y recolectar.

Durante 1989 hubo varamientos masivos de más de 100 orcas a lo largo del estrecho de Magallanes occidental. Hacía frio, mis asistentes habían dicho que “se morían por ayudar en un viaje de campo pero permanecieron sin ayudar dentro de la camioneta esperando les preparara la comida. ¡No lo hice!”.

Rae Natalie Prosser Goodall, 1992.

Rae Natalie Prosser de Goodall fue una bióloga radicada en Tierra del Fuego que se dedicó a estudiar y recolectar datos sobre la fauna y flora fueguinas.

Nació en una granja cerca de Lexington, en el estado de Ohio.

En su juventud ganó una beca de estudios en la Universidad Estatal de Kent, donde obtuvo, entre otros títulos, una maestría en biología.

Atraída por la isla Grande de Tierra del Fuego, viajó al extremo austral de Sudamérica, inspirada por la famosa obra ¨El último confín de la Tierra¨ de Esteban Lucas Bridges.​ Así conoció al bisnieto del pionero Thomas Bridges, el copropietario y administrador de la estancia Harberton, Thomas D. Goodall, con quien contrajo matrimonio en 1963.

Falleció en la estancia el 25 de mayo de 2015.ex

Fede Rodríguez

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