En diálogo con LU14 Radio Provincia, Mariano Bertinat, representante de la Fundación Por el Mar, explicó, en el marco del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 que se celebra el 28 de enero, la importancia de las macroalgas en la absorción de dióxido de carbono y su rol clave en el delicado equilibrio ambiental de Santa Cruz.
“El dióxido de carbono forma una capa protectora en la atmósfera que permite que los rayos del sol entren al planeta, generando el calor que nos da la vida. Además, impide que ese calor se escape al espacio, funcionando como un invernadero que hace posible que crezcan las plantas y que vivamos nosotros”, comenzó contando Bertinat.
Sin esta capa, según explicó, la temperatura de la Tierra sería extremadamente baja, alcanzando hasta -20 o -30 grados. Sin embargo, en los últimos 100 años, el desarrollo de industrias, motores de combustión y la actividad agropecuaria han generado un exceso de emisiones de CO₂. “Nos pasamos de la raya, y esa capa que antes nos protegía ahora es más densa. Permite que el calor entre al planeta, pero no que salga, lo que genera el calentamiento global”, alertó.
“El planeta está calentando, y esto genera problemas graves en todo el mundo: sequías, inundaciones, pérdida de cosechas y desastres naturales. En Santa Cruz, esto se refleja en nuestros pastizales secos y el retroceso de glaciares como el Perito Moreno y el Upsala”, destacó Bertinat. Este calentamiento global, dijo, hace urgente tomar conciencia y adoptar medidas para reducir las emisiones de CO₂.
Los bosques de macroalgas, un tesoro santacruceño
Sobre una de las herramientas naturales más valiosas para combatir el exceso de CO₂, Bertinat explicó que “los bosques de macroalgas gigantes que se encuentran en el litoral marino de Santa Cruz, son algas que no solo absorben dióxido de carbono, sino que también producen el oxígeno que respiramos. Son nuestras aliadas contra el cambio climático”, explicó.
En este contexto, el representante de la Fundación Por el Mar explicó dos enfoques clave para abordar el problema del dióxido de carbono: “Primero, emitir menos optimizando el transporte y pasando de energías fósiles a renovables. Y segundo, aprovechar a los seres vivos que absorben carbono, como las plantas y las algas, que además de ayudarnos con el cambio climático, producen el oxígeno que respiramos”.
Santa Cruz cuenta con una gran extensión de estos “bosques sumergidos” que se extienden desde Caleta Olivia hasta Cabo Vírgenes. Estos bosques, que pueden alcanzar hasta 30 metros de altura, son comparables en densidad y extensión a los bosques de lenga y ñire en tierra firme. “Esos bosques son unas máquinas enormes de absorber carbono y producir oxígeno”.
Además de su contribución al oxígeno, las algas son el hábitat de especies clave para la pesca en Santa Cruz. “Estos bosques son el refugio de muchas especies durante sus primeros años de vida y forman parte de la base de nuestra cadena productiva”, como el róbalo, los pulpos, la centolla y el calamar. “La pesca en Puerto Deseado y otras localidades depende de ellas”, remarcó.
“Santa Cruz produce más energía renovable en comparación con toda la energía que consume. Básicamente, tenemos la cuota al día, estamos bien”, señaló Bertinat.
Sin embargo, advirtió sobre la amenaza de la “deforestación submarina”, una práctica que se ha extendido en países como Chile, donde las algas son extraídas para la industria alimenticia, cosmética y farmacéutica. “La deforestación de algas pone en peligro no solo el equilibrio ambiental, sino también las economías locales que dependen de ellas”, alertó.
Proyectos para la conservación y el cultivo de algas
El equipo de la Fundación Por el Mar lidera proyectos innovadores para proteger estos bosques y evitar su deforestación en Santa Cruz. Uno de ellos, es el cultivo de algas en la Bahía de San Julián, donde están desarrollando un modelo sostenible para generar productos sin dañar los ecosistemas nativos.
“Estamos proponiendo una alternativa para que no se deforesten los bosques de algas en Santa Cruz. Esa alternativa es cultivar algas, como se hace en muchos lugares del mundo”, señaló.
Bertinat detalló que el proyecto, desarrollado en colaboración con las autoridades de pesca de la provincia y el Consejo Agrario, se está implementando en la bahía de San Julián. “Es un proyecto piloto, experimental, con el objetivo de cultivar algas en Santa Cruz y utilizarlas para generar productos que puedan servir a la industria ganadera, como estimulantes de suelo o suplementos alimentarios para el ganado”.
“Buscamos producir en Santa Cruz estas algas y evitar, bajo cualquier punto de vista, que se puedan deforestar nuestros bosques nativos, que son tan importantes. El objetivo es ofrecer alternativas que permitan generar riqueza económica, empleo y al mismo tiempo conservar nuestros recursos naturales”, afirmó.
Para quienes deseen conocer los increíbles bosques de macroalgas de Santa Cruz, Mariano Bertinat ofreció un recorrido virtual lleno de detalles que invita a la aventura. “Si estás en Río Gallegos y te dirigís hacia el sur, a Cabo Vírgenes, podés llegar al Faro, en el kilómetro 0 de la ruta 40. Desde el acantilado, al mirar hacia abajo, vas a ver esas sombritas y manchas enormes en el agua. Esos son los primeros bosques de macroalgas de Santa Cruz”, explicó.
El recorrido continúa hacia el norte, donde las primeras macroalgas visibles se encuentran en el Parque Nacional Monte León. “Hay un sendero espectacular hacia la Cabeza del León, desde donde se pueden apreciar los bosques sumergidos. También en la Bahía de San Julián, si preguntás a cualquier lugareño, te van a señalar el Parque Marítimo Makenke, otro lugar donde las algas forman parte del paisaje submarino”, destacó.
Puerto Deseado es otro punto clave para descubrir estas maravillas naturales. “Es el paraíso de los bosques sumergidos. Desde el hospital ya se pueden ver, y además es un lugar ideal para navegar y observarlos de cerca. Es una experiencia absolutamente espectacular”, señaló Bertinat, sumando que Caleta Olivia también tiene su encanto único: “Ahí están muy cerca de la costa. Una caminata corta y ya estás viendo estas increíbles macroalgas”.
Con esta descripción, Bertinat invitó a redescubrir los tesoros ocultos bajo el agua en los pueblos costeros de Santa Cruz. “Miren si no tenemos estrellas debajo del mar que podemos disfrutar y cuidar”, finalizó.
Fuente: https://lu14.santacruz.gob.ar/