El Gobierno inglés quiere negociar directamente con otros países autorizaciones para pescar en las islas Malvinas, aprovechando su salida de la Comunidad Europea.
Hasta ahora, los permisos pesqueros que obtiene cada país europeo para pescar en Malvinas son negociados en Bruselas, capital de la Unión Europea pero, a partir del Brexit, Gran Bretaña tiene importantes expectativas de obtener ventajas económicas del caladero de Malvinas.
Así lo manifestó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Alimentación y Medio Rural, Michael Gove: “En cuanto dejemos de ser parte de la Unión Europea seremos como Noruega o Islas Feroe”. Como Gran Bretaña considera que el océano circundante a las islas Malvinas forma parte de su mar territorial, Gove señaló que es Londres quien decidirá “quién podrá y quién no podrá entrar”. Esto ha despertado inquietud en la actividad pesquera de Galicia.
Son 59 los barcos con bandera española que operan en el caladero malvinense, y en Vigo, por ejemplo, se descargan al año 300.000 toneladas de pescado procedente de Malvinas que generan un volumen de negocio superior a los 80 millones de euros. “Hay gente que quizás piensa que podrá negociar por su cuenta con Londres, pero eso no es así”, se opuso un armador gallego.
Además, esta decisión británica ha preocupado al gobierno de las islas, que hasta la fecha sostiene buena parte de sus gastos operativos vendiendo permisos de pesca por su cuenta, negocio que se terminaría si Londres interviene centralizando la operación.
El gobierno kelper de las islas ha concedido 230 licencias pesqueras a buques españoles, coreanos y taiwaneses.
Las 200.000 toneladas anuales de capturas que estas licencias representan, más las inversiones petroleras, son el secreto que explica que los kelpers sean los ciudadanos con mayor ingreso per cápita del mundo: tienen un PBI de 414 millones de dólares, lo que equivale a 122.000 dólares anuales por cada uno de los 3.400 habitantes.
Si estos ingresos no existieran, los habitantes de las islas tendrían un PBI per cápita de sólo 48.000 dólares anuales, similar a Austria o Japón.