El tiburón gatopardo enfrenta presiones humanas que deben regularse para garantizar su conservación
En la costa norte de Buenos Aires, donde se realiza pesca artesanal y deportiva con sacrificio de grandes tiburones, la regulación y el control son escasos, y existen zonas críticas sin protección efectiva.
En Río Negro y Chubut, no hay normativas que regulen la pesca deportiva dirigida a grandes tiburones, como el gatopardo.

Aunque se trata de un tiburón vulnerable a nivel global, en el Atlántico Sudoccidental faltan datos locales para determinar su estado de conservación. Sin embargo, al ser una especie longeva y de madurez reproductiva tardía, se estima que se categorizará como amenazada cuando se obtenga más información.
De hecho, más del 60% de pescadores deportivos entrevistados indicaron una disminución del 80% en las capturas de gatopardo en las costas argentinas durante su carrera pesquera (Irigoyen y Trobbiani, 2016). También se registraron mermas significativas entre 1973 y 2008, en base a registros de revistas especializadas de pesca deportiva (Barbini et al., 2015).

Es imperante regular la pesca deportiva en todo el país para conservar grandes tiburones. Para lograrlo, serán necesarios esfuerzos provinciales (dentro y fuera de las áreas protegidas) y la coordinación en aguas nacionales para su protección efectiva.
Fuente: WCS Argentina
Foto: Alejo Irigoyen – ProyectoArrecife