“Bitácora de Viaje” es una serie de artículos que cuentan en primera persona las crónicas de navegación del proyecto CAOBA – RUMBO SUR que une Buenos Aires y Ushuaia. Se trata de un proyecto que articula navegación, ecología, socialización y educación, en una experiencia integral a vela.
Sigfrido Nielsen @caobarumbosur @sigfridonielsen
13 al 17/12/2020
El día 13 de diciembre por la tarde habíamos arribado a Caleta Hornos. Lugar protegido y bello si los hay. La idea era esperar disfrutando en un lugar a resguardo del temporal que estaba pronosticado para el día lunes 14 por la noche, el cual finalmente se hizo presente con fuertes vientos del SSO que fueron rotando durante el día 15 hacia el Sur.
Aprovechamos para poner a funcionar el gomón, realizar paseos por tierra, descansar, sacar muchísimas fotos y recibir la visita de amigos de Silvana, guardaparques de la fundación Rebuilding Argentina que están monitoreando la fauna y flora de la zona.
El 16 de diciembre a las 4 AM en punto finalmente zarpamos de Caleta Hornos. Los poco menos de 3 días que pasamos allí fueron espectaculares, siempre pendientes de la meteo que nuestros amigos desde tierra nos pasaban por mensaje de texto satelital, a la espera de la ventana favorable que se dio para el día 16, al terminar el pasaje del sistema frontal.
Salimos con viento NE (franco) haciendo rumbo directo hacia Puerto Deseado, distante unas 170 millas al sur, para lo cual atravesamos el Golfo San Jorge en línea recta. El viento fue rotando desde el NE hacia un NO y finalmente SO que nos recibió a la altura de la península Cabo Blanco, límite sur del Golfo San Jorge. Es de destacar la alta variación de las profundidades encontradas que a poco de abandonar la zona de Cabo Dos Bahías aumentó a más de 100 metros pero llegando a la punta sur del golfo bruscamente bajó a 40 metros para luego inmediatamente subir a más de 110 metros nuevamente. Este espolón submarino, continuación hacia el NE del Cabo Blanco funciona como pared para las corrientes frías que provienen del sur, elevando los nutrientes bentónicos y dando origen a la riqueza de la flora y fauna marinas que caracterizan la zona del Golfo San Jorge.
Llegamos con la estoa de la bajamar a la ría a las 10 AM del 17 de diciembre, y fondeamos al este de la roca Magallanes en 7 metros de agua. La pleamar se hizo presente puntualmente con una correntada de unos 5 nudos!
Mientras llegábamos, la esperada buena señal de datos para nuestros celulares se hizo presente. Comenzó entonces un extraño ritual a bordo, repentinamente toda la tripulación excepto el timonel, se abstrajo mirando pantallitas, hablando por TE o tipeando rápidamente en los celulares; el silencio de voces se hizo presente para luego ser interrumpido por llamadas laborales o familiares. Hacía aproximadamente una semana que estábamos semi aislados ya que la comunicación por mensaje de texto, vía satelital del InReach es muy pobre y se limita a mensajes esenciales como, por ejemplo, “estoy bien”, pedidos de confirmación de ventanas meteorológicas o breves saludos.
Por la pandemia, la ciudad se hallaba en estado ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio), fase 1, con lo cual teníamos prohibido el desembarque salvo fuerza mayor. Como no necesitábamos nada, nos quedamos al borneo mientras almorzamos y aprovechamos para continuar poniéndonos al día con nuestros seres queridos, con las redes sociales, responder temas de trabajo, etc. El día frío pero con un sol espectacular y poco viento también invitó al descanso.
Al finalizar la pleamar aprovechamos para levar anclas y emprender la próxima pierna: Puerto Deseado – San Julián.
