Los Brujos es un paraje cercano a Puente Justicia, sobre la ruta nacional No 3.
En realidad yo oí hablar de Los Brujos cuando era adolescente, en un viaje que hicimos a Ushuaia en el viejo camión de la Misión.
Por supuesto que no había asfalto, el camino era de ripio, y en algunos lugares el “serrucho” hacía saltar el vehículo como si fuera una coctelera.
Salimos temprano de la Misión, pasamos raudamente por un Río Grande que todavía dormía a esa hora.
Vimos Tropezón y el viejo puente colgante nos permitió cruzar el río.
Desde allí, a la izquierda, seguimos hasta CAP, y la ruta entonces nos llevó hacia el sur, a la lejana Ushuaia.
No existía el Cerro Cortado, el camino iba por la costa, pasando por donde actualmente están los barrios de Margen Sur, llegaba cerca del Cabo Peña, y luego corría frente a la Estancia Viamonte.
Había pequeños puentes en los arroyos Los Patos, Los Mineros, Barrientos, río Ewan Norte y Ewan Sur.
Luego hay una gran elevación o loma de Winenkhalla, la tan mentada “subida de Los Brujos”. Y es que los camioneros y campanistas contaban “cosas” de ese lugar.
En la época en que pasaban por ese sitio carros y carretas y luego los primeros camiones del tipo Ford T, generalmente los pasajeros pernoctaban en el lugar a resguardo del viento bajo los grandes árboles.
Allí es donde los memoriosos recuerdan ruidos nocturnos, sombras acechantes, desaparición de objetos en la noche y malestares estomacales como diarreas.
Algunos hechos eran realmente curiosos, como el que recuerda haber escuchado ruidos en la noche y al día siguiente encontrar todos los zapatos alineados al pie de un árbol a treinta metros de distancia.
El difunto Padín recuerda una gran sacudida en su camión mientras dormía, y al salir de la cabina no había nadie.
Otros camioneros recuerdan que en la cuesta de Los Brujos inevitablemente se recalentaban los motores y se hacía difícil seguir.
En lo alto de la colina, del lado del mar, hay un valle sin árboles, que lucía unas cabañas Onas, a principio de la década del cincuenta, pero luego abandonadas se fueron cayendo y no se notan en la actualidad.
Vivieron Onas en ese lugar… es probable que sí. ¿Eran brujos?
No lo sabemos
Hoy el camino ha sido rectificado y pasa poco por Los Brujos y su misterio
Queda algo curioso todos pasan de largo en ese sitio. Los camioneros prefieren dormir en el descampado de Punta María, lejos de allí.
Roberto Chenú
Pintura: Las parcas de Goya.
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